Archivo - Disturbios en El Espolón logroñés - EUROPA PRESS - Archivo
LOGROÑO, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Diversos agentes han situado a uno de los acusados, L.M, al que la Fiscalía pide 15,5 años, como "líder" la noche de los disturbios del 31 de octubre. Además, han aportado cómo el 13 de septiembre declaró tras una intervención policial: "Voy a cambiar las cosas".
Hoy se ha desarrollado la tercera sesión del juicio a ocho acusados tras los desórdenes ocurridos el pasado 31 de octubre, dentro de una concentración sin permiso contra las medidas anti-COVID, que acabaron con mobiliario urbano destrozado, lesiones a policías y una tienda Lacoste arrasada tras romper el escaparate.
Uno de los agentes que participó en el dispositivo policial la noche de los disturbios como policía secreta ha apuntado al acusado L.M como el ideólogo del asalto a Lacoste aquella noche: "Por la actitud, las manos. Lo escuchaban todos, era como el líder", ha dicho.
"A este chaval ya lo conocíamos de otras ocasiones", ha relatado después un agente añadiendo cómo había dicho a sus amigos en una intervención policial el 13 de septiembre: "Estad tranquilos, dentro de dos meses voy a cambiar las cosas, éstos se van a enterar".
Ha explicado que les "resultó sospechosa esa declaración" pero, en aquel momento, lo que hicieron fue una "nota por alerta antiterrorista" por la situación en aquel día (de nivel cuatro). Interrogado por el abogado de L.M ha argumentado: "Yo en aquel momento no sé que en dos meses iba a haber disturbios".
Ha indicado que a su compañero y a él les pareció que lo mejor era levantar una nota por posible Yihadismo, porque esta persona había estado un tiempo desaparecida y desconocían qué podía estar preparando, sólo les sonó destacable la frase.
Tras esta declaración se ha decidido hacer un descanso solicitado por el abogado del acusado L.M, dado que éste llevaba un rato llevándose las manos a la cabeza desesperado por lo que oía mientras el magistrado le recriminaba que no puede hacer gestos.
Durante el desarrollo de la vista oral de hoy han sido varios los policías que han señalado a L.M como instigador de la masa de manifestantes y lo han situado en diferentes lugares. Su detención no se produjo aquella noche, sino durante la instrucción.
Uno de ellos, policía secreta, ha contado cómo L.M pasó a su lado gritando "a viva voz: Esto está lleno de secretas". Esto suponía delatar su localización, en un momento en el que estaban solos él y su compañero, ambos de paisano, cuando el ambiente estaba "caldeado" y los manifestantes podían haber ido a por ellos. Por ello, su superior les cambió de ubicación.
Este agente ha dicho interpretar que L.M estaba "dando instrucciones". Así, ha contado que se encontraba con un grupo de manifestantes y, después, avanzaron todos a Doctores Castroviejo, hacia donde se ubica el establecimiento Lacoste. A continuación, sucedió el asalto.
En la sesión de hoy también han testificado varios agentes que fueron lesionados, y necesitaron además de cura rehabilitación. "Cuando nosotros hacemos nuestro despliegue en la Plaza del Espolón yo estoy en posición de escudo", ha contado uno, "en una de esas yo veo que lanzan una piedra pero no se puede romper la formación, intento levantar una pierna, no acierto y me impacta".
Entre los objetos que les lanzaron había piedras, adoquines, tapas de alcantarilla y palos de madera (tutores para árboles). Les impactaron en extremidades y en la cabeza.
Uno de los agentes que recopiló información ha reconocido, a preguntas de la abogada de D.C, al que le piden doce años, que se mostró "arrepentido" y que contó tener problemas. En cuanto a S.F, tenía un comportamiento "extraño, estaba desubicado".
En la sesión de hoy también ha testificado la dueña de Lacoste, quien ha relatado cómo su seguro corrió con los gastos, pero, aún así "moralmente no hay dinero que lo pague", además de que le "dejaron toda una temporada sin producto".
"El disgusto ya es para siempre", ha dicho al tiempo que reclamaba justicia: "Sólo les deseo que lloren la mitad de lo que he llorado yo".
HECHOS JUZGADOS
La Audiencia Provincial inició el lunes, 18 de octubre, el juicio contra los ocho acusados por los desórdenes y destrozos ocurridos tras la concentración, convocada sin el necesario permiso y a través de la redes sociales, el pasado 31 de octubre contra las medidas previstas ante la expansión del virus COVID-19.
Hoy se ha desarrollado la tercera vista oral de las sesiones previstas, que se alargarán hasta mañana jueves, cuando están previstas las periciales y dos testigos más, o el viernes, momento en el que quedará visto para sentencia tras lectura de las conclusiones.
Para la fiscal, los hechos descritos suponen un delito de desórdenes públicos previsto; un delito de atentado a agentes de la autoridad en relación de concurso ideal con dos delitos de lesiones y con siete delitos leves de lesiones. También, un delito de daños y un delito de robo con fuerza en las cosas en establecimiento abierto al público fuera de las horas de apertura.