MADRID 13 May. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de los comerciantes madrileños, concretamente el 62,5 por ciento de ellos, percibe bastantes o muchos cambios en su sector como resultado de la adaptación a la demanda inmigrante, reforma que tres de cada cuatro consumidores evalúan positivamente, según se desprende de un estudio elaborado por la Cámara de Comercio para analizar esta situación.
Esta evolución se constata además con que sólo el 6,5 por ciento de los comerciantes mantiene que no se ha producido ningún cambio en el sector durante los últimos años y que el resto de los encuestados defiende también movimiento, aunque sea escaso o alguno, en un 12 y 19 por ciento, correspondiente.
El 'Estudio sobre la incidencia de la población inmigrante en el comercio de la Comunidad de Madrid', presentado esta mañana por el presidente de la Cámara de Comercio, Salvador Santos Campano, arroja como causa de esta diferenciación que la población inmigrante demanda productos distintos, pues el 80 por ciento de ellos consume productos típicos de su país una vez a la semana y un 36 por ciento de ellos lo hace diariamente, como señalan los consumidores encuestados.
Asimismo, este hecho está contrastado por los consumidores de origen nacional, pues un 39 por ciento nombra al menos un nuevo elemento introducido en el mercado como consecuencia de la población migrante.
"El estudio viene a confirmar que la integración social de la población inmigrante en la Comunidad de Madrid también tiene su proyección en el consumo, produciéndose, al menos, en dos enfoques: la adaptación de esta población a los productos y formas de consumo autóctono, y la adaptación de la oferta a la demanda diferencial generada por esta nueva población", aseguró el presidente de la entidad cameral.
Otros datos del informe apuntan al inmigrante como consumidor en alza en los establecimientos madrileños, como el hecho de que uno de cada seis locales alimentarios señala que este tipo de cliente representa más del 40 por ciento de la totalidad y que la mitad de los especializados en ropa cifra el peso extranjero entre el 10 y el 40 por ciento.
Este dato debe ser comparado con el peso real de este colectivo en la sociedad madrileña, ya que supone un 16 por ciento de la población total, hecho relacionado con que consuma más en campos como la alimentación, como se desprende del estudio, concretamente, un 5,5 por ciento por encima de los nacionales. "La mayoría de la población inmigrante está en edad laboral y tiene una capacidad adquisitiva cada vez mayor", señaló Campano.
En cuanto a la necesidad de adaptación a la demanda extranjera, un 56 por ciento de los comerciantes opina que su sector debe realizar actuaciones en este sentido, siendo los establecimientos de mayor tamaño, aquellos de 20 empleados, o los más recientes, los que tienen menos de dos años, los que más demandan estos cambios, con un 60,7 por ciento y un 62, 5 por ciento, respectivamente.
"Los datos del informe subrayan que la población inmigrante ha sido plenamente aceptada en su posición de consumidora, tanto por parte de la mayoría de los comerciantes, como la mayoría de la población madrileña", añadió Campano.