Actualizado 11/03/2011 20:34

El decano de la Facultad San Dámaso dice que la base del diálogo con el no creyente debe ser la evangelización

MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

El decano de la Facultad de San Dámaso, Jordi Girau, ha destacado que el 'leit motiv' del diálogo con los pensadores no creyentes debe ser la evangelización pues si no, "no resultaría lícito" para los cristianos, durante su lección magistral '¿Qué pasa con el tomismo hoy?', que ha pronunciado este jueves en el Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala.

En esta línea, el ponente ha expresado --en un momento anterior de su intervención-- su rechazo a que "la promoción de la cultura cristiana y ese fructuoso diálogo con los hombres de este tiempo puedan interpretarse como cosa distinta de la evangelización".

De acuerdo con este principio de evangelización que considera "irrenunciable" en el establecimiento de una relación dialógica con el pensamiento no creyente o de otras confesiones, Girau ha señalado que se debe preferir una filosofía "explícita e indisimulablemente cristiana, como es la de santo Tomás de Aquino".

De hecho, Girau ha apuntado que el 'tomismo' juega un papel "capital" para la "evangelización del mundo contemporáneo" por su carácter "cristiano y eclesial". Así, ha indicado que la exposición del pensamiento de Santo Tomás "permite un diálogo sincero con los interlocutores, ofrece ocasión de dar razón de la esperanza de cada uno e invita a plantearse los presupuestos y planteamientos profundos, por no decir sus prejuicios ocultos o inconscientemente reprimidos".

En cualquier caso, ha advertido de que sería "un tremendo error" pretender la conversión de la humanidad mediante cualquier filosofía, incluida la tomista pues, a su juicio, el filósofo cristiano --incluido el tomista-- no proclama el mensaje esencial de sus creencias en tanto que filósofo, sino en cuanto "fiel cristiano". De esta forma, el valor enriquecedor del tomismo es, según Girau, que "el tomista añade además el testimonio de fidelidad a la Iglesia por fidelidad a Cristo".

Por ello, ha lamentado la "precaria, por no decir decadente", situación en la que se haya el cultivo del pensamiento de Santo Tomás que, según ha añadido, se suma a "la difundida descristianización del mundo occidental y su repercusión en la misma Iglesia".