27-M.- La sobrina de Aguirre, las clases en Oxford y el mapa del Metro centran la otra campaña de Simancas

Europa Press Nacional
Actualizado: sábado, 26 mayo 2007 12:43

MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -

El parecido de la fotografía del cartel electoral de Esperanza Aguirre con el de su "sobrina", las clases de inglés en Oxford o Cambridge que sus padres no pudieron pagarle o el mapa del Metro del que borraron la estación con su nombre han centrado la otra campaña electoral del candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, plagada de bromas e ironías sobre su contrincante electoral.

Simancas ha dirigido a la "marquesa" Aguirre y al "desmelenado" ex presidente del Gobierno José María Aznar los dardos más afilados de una campaña electoral en la que para llamar la atención se ha enfundado la camiseta del Getafe, ha plantado cuatro pinos que serán 40 si gana y se ha atrevido a bailar un chotis sin ladrillo ataviado con gorra y parpusa de chulapo.

Prácticamente no hubo mitin del candidato socialista en el que no se realizara alguna mención irónica a la imagen de Aguirre en su cartel electoral, diseñada en el programa de operaciones estéticas 'Cambio radical', según señaló su compañero de filas, José Quintana, quien le sustituyó el primer día de campaña para que preparara con calma su primer debate en televisión.

El candidato socialista en Leganés, Rafael Gómez, continuó por el mismo camino al destacar que la imagen electoral de Aguirre pertenecía en realidad a su "hermana pequeña", la concejala Noelia Martínez habló de su "hija menor" y el alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, fue un poco más allá y aseguró que la que aparecía en la foto era su "nieta". Simancas zanjó el debate interno afirmando que quien en realidad se esconde en el cartel de la presidenta es su "sobrina".

DE OXFORD A CAMBRIDGE

Otro chascarrillo que se convirtió en clásico en los mitines del candidato socialista surgió en contestación a la pregunta que Aguirre le lanzó durante el último debate electoral, cuando le interpeló si serían él o el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quienes enseñarían inglés en los colegios bilingües "con el nivel que tienen".

El aspirante ha utilizado esta frase para repetir, incansable, que él no procede de "una familia noble", que no tiene "apellidos compuestos en su genealogía", que es "de Leganés" y que ni siquiera sabe "jugar al golf". De la misma forma, sus padres tampoco le pudieron dar clases de inglés en ninguna institución académica de élite, que unos días era "Oxford", otros "Cambridge" y otros el "British Council", en función del mitin y la capacidad de improvisación del candidato. "Yo nací en Alemania porque mi padre era inmigrante, no se llamaba Estropajen", señaló durante una entrevista radiofónica.

De igual modo, Simancas ha comenzado la práctica totalidad de sus actos públicos destacando lo bien que se sentía en el lugar en cuestión y pidiendo a su público que no lo dijera "muy alto, no vaya a ser que os borren del mapa como hicieron con la estación de Metro de Simancas". "Me quisieron borrar del mapa hace cuatro años, ya sabéis, porque hice frente a la espe-culación", remataba.

No obstante, el comentario más celebrado por sus incondicionales fue el que le llevó a decir que Aguirre pedirá convertirse en "presidenta del club de fans de Miguel Sebastián", a causa de su polémica con Alberto Ruiz-Gallardón sobre la Operación Malaya. "¿Habéis visto a Esperanza Aguirre estos días, con el 'affaire', como lo llama Rajoy? ¡Pero si no puede disimular su cara de alegría! ¿Le habéis visto las manos? ¡Si las tiene casi en carne viva de tanto frotárselas! Sólo le falta decirle: ¡Dale Miguel, dale!", dijo.

PREGUNTAS SUBIDAS DE TONO

Durante los 15 días de campaña el candidato ha tenido que realizar innumerables entrevistas en las que le han realizado preguntas de todo tipo, algunas incluso subidas de tono. Interpelado por sus zonas erógenas, aseguró que lo que le "toca" en realidad es "el cariño de la gente" y, al ser preguntado si le gustan las películas pornográficas, señaló que él las prefiere "más profundas".

Quizá imbuido por el furor de esas respuestas, el candidato prometió "defender como un tigre cada centímetro cuadrado de espacio natural", lo que no dejó de tener sus consecuencias. "Tras un mitin, una señora rumana me cogió y me pegó un morreo", exageraba el candidato entre risas.

Contenido patrocinado