MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
Un muestreo realizado por CCOO Sanidad Madrid en las 475 residencias de mayores privadas y concertadas de la región indica que en solo un 27 por ciento se ha protegido a los profesionales y por ende a los usuarios con equipos de protección individual (EPI) adecuados.
Las pruebas y los test se están haciendo a los profesionales solo en el 50 por ciento de las residencias. En buena parte de ellas, los test o PCR fueron adquiridos por las empresas, y son las menos las suministradas por el Gobierno regional.
En más de 200 residencias sólo se han practicado pruebas a miembros de la plantilla que están de baja, entorno a un 32 por ciento, con el fin de que "la reincorporación lo antes posible al puesto de trabajo", ha explicado el sindicato en un comunicado.
El porcentaje de empleados que está acudiendo a los centros sin saber si son positivos o no sigue sin verificarse, aunque es muy elevado, asegura CCOO, que cifra en un 50 por ciento el porcentaje de profesionales que han estado de baja durante la pandemia, de un total de 20.000.
"Tras más de siete semanas de crisis sanitaria provocada por el coronavirus, continúan faltando EPI en muchas residencias. No llegan de forma homogénea y es alarmante que en un 37 por ciento de las residencias siga reutilizándose el material de protección, con el riesgo de contagio que ello conlleva", indican.
Por eso, el sindicato considera "evidente" que los datos que ofrece el Gobierno regional no se corresponden con la realidad que están viviendo los trabajadores del sector.
"No sabemos dónde están las toneladas de mascarillas y resto de EPIS necesarios de los que habla la Comunidad de Madrid, ni las PCR masivas para las plantillas. Tras semanas de situaciones dantescas y con más de 5.876 muertes reconocidas oficialmente y miles de contagios en las residencias madrileñas, los profesionales que están de baja por Covid-19 no están siendo sustituidos en las empresas", denuncian.
Para CCOO, esto genera una "desmedida carga de trabajo" por falta de contratación de personal y, con ello, se sigue sin asegurar la atención asistencial necesaria y de calidad a los residentes. Además, han constatado que en los casos en que se sustituyen las bajas, si a su vez estos sustitutos se contagian, "hay despidos y, en ocasiones, las empresas presionan para que estos empleados/as abandonen su trabajo voluntariamente".
