MADRID 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Eva Navarrete, abogada de unos ciudadanos rumanos amenazados de desalojo en la Cañada Real Galiana, afirmó hoy que "va a cambiar el tratamiento que el Ayuntamiento tiene que dar a la situación de desalojo y realojo" con el informe municipal que reconoce que las construcciones de la Cañada no son chabolas, sino "viviendas unifamiliares".
En declaraciones a Europa Press, Navarrete afirmó que "esta claro que en la Cañada hay viviendas, no chabolas puras y duras que la gente viene utilizando desde hace varias generaciones y tienen que estar sometidas al correspondiente realojo".
En su opinión, "la situación de los afectados, en principio, tiene que cambiar casi por completo". Así, la abogada explicó que las primeras viviendas derribadas hace unas tres semanas, eran viviendas de ladrillo y el Ayuntamiento "manifestó que no estaban terminadas y no vivía gente". "Completamente falso", añadió.
Por otra parte, Navarrete manifestó que "uno de los muchos problemas del barrio" es que "no había unidad entre los diferentes grupos que lo componen". "Esta situación está despertando la necesidad de unirse y hacer fuerza juntos", finalizó.
El informe de la Subdirección General del Régimen Jurídico y Control de Edificaciones, del departamento de Urbanismo que dirige Pilar Martínez, al que tuvo acceso Europa Press, apunta que la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid considera el chabolismo como un fenómeno alegal no urbanístico que puede resolverse con desalojo y demolición "por razones constatadas de seguridad o salubridad, por ocupar suelo de titularidad pública, por obstaculizar la ejecución del planeamiento urbanístico o atendiendo a razones sociales derivadas del posible realojo de los ocupantes".
Sin embargo, el informe subraya que las edificaciones de la Cañada "no son propiamente chabolas o infraviviendas".