El abogado del acusado por matar a un portero defiende que hay restos de ADN de otras personas que no se han analizado

Europa Press Madrid
Actualizado: martes, 3 octubre 2017 13:23


MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

El abogado de Florin Ciubanu, el rumano acusado de asesinar hace once años en Madrid a un portero de una finca y prender fuego a su vivienda, ha defendido que se encontraron numerosos restos de ADN de otras personas en el lugar de los hechos, pero que solo se analizaron los de su defendido.

Así lo ha mantenido el abogado Ángel Juárez en declaraciones a los medios anteriores al comienzo del juicio contra su acusado, para el que la Fiscalía Provincial de Madrid solicita 19 años de prisión por delitos de homicidio y de incendio, al tiempo que le reclama una indemnización de 60.000 euros para la madre del fallecido y el importe de los daños materiales ocasionados que serán tasados en la sentencia.

Juárez ha explicado que Florin Ciubanu era bisexual y mantenía "una relación de amistad" con el fallecido, de orientación homosexual. Además, ha argumentado que los restos de ADN que se analizaron y llevaron a culpar a su defendido se encontraron en una bolsa de plástico en el interior del domicilio del fallecido, pero que ahí se hallaban numerosos restos biológicos de otras personas.

"¿Por qué entonces se acusa solo a Florin?", ha preguntado retóricamente Juárez, que ha explicado que Ciubanu no tiene antecedentes penales en España, y que solo ha cometido delitos menores como hurtos en su país, por los que fue encarcelado y "donde las penas son mucho más duras que aquí".

Los hechos por los que se va a juzgar a este hombre rumano ocurrieron el 13 de marzo de 2006, y Ciubanu volvió a su país en septiembre de ese mismo año, según su abogado. En 2010, el juzgado de instrucción número 5 de Madrid dictó una orden de detención europea contra Florin, pero no fue localizado hasta cinco años más tarde cuando cumplía una condena en un centro penitenciario de Rumanía. Una vez cumplida la pena de prisión, fue entregado a España en diciembre de 2015.

Según las conclusiones provisionales del Ministerio Público, Ciubanu comenzó a acuchillar a su víctima con la intención de acabar con su vida. Le infligió las heridas con dos cuchillos de tipo jamonero. A continuación, y para evitar ser descubierto, se dirigió al dormitorio de la víctima, sacó ropa del interior del armario, la arrojó a los pies de la cama y le prendió fuego, con lo que provocó un incendio que tuvo que ser sofocado por los bomberos. Fueron éstos los que localizaron el cadáver con los dos cuchillos clavados en la espalda.

Contenido patrocinado