MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
"Soy un ultra, pero no un 'hooligan' ni un animal. Soy inocente y el Olympique es mi vida, mi energía", manifestó hoy ante la juez el aficionado del Olympique de Marsella Santos Mirasierra en su turno a la última palabra, momentos antes de quedar visto para sentencia el juicio que se celebró por su presunta participación en los incidentes que se produjeron el 1 de octubre durante el partido que enfrentó al Atlético de Madrid y al Olympique de Marsella en el estadio Vicente Calderón.
El hincha marsellés se sentó en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 20 de Madrid por desórdenes públicos y atentado a la autoridad en concurso con un delito de lesiones. Se enfrenta a una petición fiscal de ocho años de prisión y a la privación del derecho de sufragio durante la pena, además de dos meses de multa con cuota diaria de 20 euros por una falta de lesiones.
La juez resolverá "en menos de 48 horas" el caso de Santos Mirasierra. Así lo manifestó el abogado del hincha del Olympique de Marsella, el español Erlantz Ibarrondo, a la salida del juzgado, después de cerca de cinco horas de testimonios en las que la jueza pudo escuchar las explicaciones de tres agentes de seguridad y del propio Santos Mirasierra, así como de varios amigos del galo y miembros de seguridad franceses.
En su declaración, el acusado aseguró que en todo momento que su "intención era colaborar" con la Policía, negando en un principio haber empujado a un policía en la grada del Calderón. Sin embargo, luego confesó que le empujó "para proteger a una mujer", que estaba herida, y que posteriormente declaró en calidad de testigo, reafirmando las palabras del francés.
Preguntado sobre si lanzó una silla a un agente en una de las bocanas del campo y que le causó una brecha, Mirasierra negó este extremo. No obstante, el policía le identificó posteriormente como el autor de este lanzamiento.
Tras visionar las imágenes de televisión, este agente comprobó que Santos había sido, además, quién le había empujado en la grada del Calderón cuando entraron para intentar poner orden por las alteraciones tras retirar la pancarta del OM.
"Recibí un empujón, me caí al suelo y fue pisoteado. Alguien se agachó me quitó el casco y si no es porque intervinieron mis compañeros hubieran saltado encima de mi cabeza, hubieran caído a plomo sobre mí", testificó el agente en la vista oral.
AGRESIÓN A MÁS POLICÍAS
Por su parte, otro de los policías que resultó lesionado explicó que de no haber intervenido los "problemas hubieran sido mucho más graves y grandes" en el estadio, recordando, además, que aficionados franceses intentaron agredir a los policías españoles con las hebillas de los cinturones y lanzando botellas contra sus cascos.
Además, señaló que Mirasierra fue la persona a la "que se detuvo por el lanzamiento de la silla" y que impactó sobre el inspector. "La primera vez que le veo fue ahí y luego al ver las imágenes reconozco que es también la persona que me empuja", recalca.
El abogado de Santos subrayó que "todos los testigos afirman que Mirasierra no participa en los incidentes". "Sobre todo el hecho que se le imputa, el del lanzamiento de la silla, que no ha podido acreditarse en ningún momento, ya que el policía manifiesta que la silla es roja y luego posteriormente cuando ha visto el vídeo dice que es blanca, por lo que consideramos que hay contradicciones", recalcó Erlantz Ibarrondo.
Tras las declaraciones de los testigos de la Fiscalía, llegó el turno de seis amigos españoles de Santos Mirasierra, que aseguraron que el aficionado francés no tomó parte en los incidentes ni "tuvo comportamientos violentos" y que su intención en todo momento fue la de ayudar y colaborar con la policía, ya que era el único seguidor del Olympique que hablaba español, mientras que un miembro de la policía francesa, así como Guy Cazadamont, director de seguridad del OM, subrayaban que el imputado nunca ha tenido ningún problema en todo este tiempo en las salidas del equipo en el extranjero.
Y es que para el ministerio público Santos Mirasierra "cobró un papel protagonista, de forma violenta" en los desórdenes públicos que se vivieron en la grada y en la bocana del Calderón, por lo que mantiene su petición de ocho años de prisión, ya que queda probado que agrede a uno de los policías.
Por su parte, el abogado de la defensa, Erlantz Ibarrondo, en su alegato final subrayó que hay "contradicciones en las declaraciones de los policías", al tiempo que asegura que hay una "extralimitación de la Policía y una actitud desproporcionada", así como "falta de pruebas para acreditar las acusaciones" de las que se imputa a Santos Mirasierra.
Santos Mirasierra, que estuvo acompañado por su hermana Lucile, y su novia Severine, además de por amigos, familiares y aficionados del Olympique, tuvo su momento más emotivo al hablar ante la jueza para declarar su inocencia. "Soy un ultra, pero no un 'hooligan' ni un animal. Soy inocente y el Olympique es mi vida, mi energía", dijo al final de la sesión.