El bloque de la derecha retiene la Comunidad con el impulso de Ayuso y tras absorber el voto de Ciudadanos

MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -

El bloque de la derecha ha logrado retener el Gobierno de la Comunidad en las elecciones de este 4 de mayo gracias al impulso del PP de Isabel Díaz Ayuso, que podrá repetir en la Puerta del Sol con el apoyo de Vox, tras absorber gran parte del voto de Ciudadanos, que desaparece de la cámara madrileña.

De esta forma, la suma de los votos logrados por el PP de Isabel Díaz Ayuso, con 65 asientos en la cámara regional, y los obtenidos por la lista de Vox encabezada por Rocío Monasterio, que se queda con 13 diputados y se consolida como cuarta fuerza en la región, permitirá otro gobierno 'popular' durante los próximos dos años, y ya serán 28 años al frente del Ejecutivo autonómico.

En total, 78 escaños, nueve por encima de la mayoría absoluta fijada en esta legislatura en la que se ha elegido a los 136 diputados que compondrán la cámara autonómica, frente al bloque de la izquierda, que se queda con 58 asientos.

Una victoria gracias al efecto Ayuso, que ha pasado en dos años de cosechar el peor resultado de la historia del PP (con un 22,23% de los apoyos y 719.852 votos) a lograr el 44,72% de los votos --con el 99,76% escrutado-- y rozar la mayoría absoluta. Y también a que Vox ha mantenido la tendencia ascendente de las últimas citas electorales, con otro.

No obstante, el bloque del centro derecha queda lejos de los resultados obtenidos en la Comunidad las pasadas elecciones generales. En ellas, las tres formaciones que lo integran sumaron un total de 1.864.026 votos, el 52,73 de los votos, superando en 241.000 papeletas a las fuerzas progresistas (un 6,82% menos de apoyos).

En estos comicios, el bloque de la derecha ha perdido a uno de sus componentes, Ciudadanos, el partido liberal encabezado por Edmundo Bal en estos comicios, que no ha logrado el objetivo de conseguir el 5% de los votos necesario por ley para obtener representación en la Asamblea madrileña.

Pero lejos de lastrar al conjunto, esta circunstancia ha permitido que las otras dos formaciones que forman parte del mismo, PP y Vox, hayan crecido a costa del voto desencantado de los 'naranjas', que en los pasados comicios lograron 26 asientos y 629.940 votos.

Un crecimiento para los populares de 35 escaños que le permiten lograr uno de los mejores resultados electorales de los últimos años y frenar así la tendencia descendente que venía experimentando la formación desde 2015. Y un incremento también para Vox que afianza el patrón de crecimiento, lento pero constante, de las últimas citas con las urnas. Los de Santiago Abascal suman así otro escaños más a los resultados logrados en la pasada legislatura, cuando obtuvieron 12 asientos y 287.667 sufragios.

DESAPARICIÓN DE CS

En cualquier caso, la desaparición de Ciudadanos marca un antes y un después en cuanto a las estrategias de gobernabilidad dentro del bloque, ya que la formación naranja ha posibilitado las dos últimas legislaturas del PP al frente de la Comunidad gracias acuerdos de coalición.

Así, a pesar de que el PP sufrió en los pasados comicios los peores resultados de su historia, cosechando únicamente el 22,23% de los votos, una entonces casi desconocida Isabel Díaz Ayuso pudo llegar a la Puerta del Sol gracias a un pacto de coalición con Ciudadanos y un acuerdo de legislatura con Vox. En aquella ocasión, los tres partidos lograron 1.637.459 votos y 68 escaños --dos por encima de la mayoría absoluta--, recabando el 50,57% de los votos válidos.

La formación 'naranja' había sido determinante para que el PP se mantuviera en la Puerta del Sol desde el fin del bipartidismo en 2015 con la irrupción de Unidas Podemos (la coalición en la que se integró Izquierda Unida) y Ciudadanos.

Primero lo hizo gracias a un gobierno de coalición en la convulsa legislatura de Cristina Cifuentes, con Ángel Garrido y Pedro Rollán, este de forma interina, como presidentes hasta 2019. Sumaron 65 diputados --con 48 escaños para los populares y 17 para los de Aguado-- y un total de 1.436.092 votos, el 45,23% de los votos válidos.

Once escaños más que el bloque de la izquierda --con el PSOE de Ángel Gabilondo, que se estrenaba en unas elecciones, y con José Manuel López como cabeza de lista de Unidas Podemos-- y una diferencia de 37.000 apoyos.

La mayoría del apoyo para los partidos de centro derecha se acrecentó en la siguiente legislatura, la de 2019, cuando Vox se presentó por primera vez desde su nacimiento en 2013 a los comicios de la Comunidad de Madrid, también con Rocío Monasterio como candidata, y se incorporó a este bloque.

De esta forma, los tres partidos sumaron 68 de los 129 escaños en liza en esos comicios, dos por encima de la mayoría absoluta, y un cómputo de 1.637.459 apoyos de los madrileños, con el 50,57% de los votos válidos.

El bloque logró así superar en cuatro asientos y 96.338 papeletas a la suma del bloque progresista, formado también por tres partidos tras la irrupción de Más Madrid, la plataforma impulsada por Manuela Carmena, alcaldesa de la capital desde junio de 2015 hasta junio de 2019, e Íñigo Errejón, cofundador de Podemos.

El PSOE de Ángel Gabilondo logró la primera victoria socialista desde el 'tamayazo' de 2003 que impidió gobernar a Rafael Simancas, pero el PP sumó sus 30 escaños a los 26 de Ciudadanos para pactar un gobierno de coalición con Ayuso de presidenta y Aguado de vicepresidente apoyado en Vox, que aunque no entró en el gobierno sí facilitó la investidura.

POLARIZACIÓN POR BLOQUES

A pesar de la desaparición de Cs, el bloque del centro derecha sale en esta ocasión reforzado, con el 53,86% de los votos frente al 46,14% logrado por la izquierda, tras una campaña que ha estado marcada por la polarización en torno a los dos bloques, con unas elecciones planteadas por los líderes políticos como un plebiscito entre 'comunismo o libertad' o el miedo a la llegada del 'fascismo' de Vox al poder.

Con unas encuestas que alertaban del peligro de que Ciudadanos se quedara fuera de la escena y anticipaban el 'efecto Ayuso' para impulsar al PP, quedó claro desde el primer momento qué partido ocupaba la hegemonía del bloque.

Así, PP y Vox han protagonizado una batalla de 'guante blanco' entre ellos, conscientes además ambas formaciones de que existía una alta probabilidad de que tuvieran que sumar fuerzas para impedir la llegada de la izquierda al gobierno regional.

A pesar de la ruptura con la formación de Santiago Abascal defendida por el líder nacional del PP, Pablo Casado, la candidata popular madrileña ha evitado entrar en las polémicas planteadas por Vox y que han focalizado gran parte de la campaña.

Una 'bandera de la paz' que también ha enarbolado la candidata de Vox, que ha centrado sus críticas en los peligros del comunismo que representan las tres formaciones progresistas y que mayoritariamente ha personalizado en el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

EL REINADO DEL PP EN LA PUERTA DEL SOL

La Comunidad de Madrid se consolida así como territorio del centro derecha si a elecciones autonómicas se refiere, con gobiernos del PP al frente de la Presidencia regional desde 1995, cuando el 'popular' Alberto Ruiz Gallardón acabó con las tres legislaturas del socialista Joaquín Leguina al frente de la Puerta del Sol, las primeras de la etapa democrática (1983-1995).

Siete presidentes y 26 años de gobierno populares, a los que se sumarán dos años más, en los que el PP ha logrado cinco mayorías absolutas en once votaciones: con Gallardón en 1995 y 1999 y con Esperanza Aguirre en octubre de 2003, tras la repetición electoral por el 'tamayazo', y en 2007 y 2011.

En cualquier caso, Ayuso ha logrado revertir la tendencia a la baja que arrastraba el partido en las dos últimas legislaturas desde la llegada al panorama político de Ciudadanos y Vox y superar, además, el mejor resultado de la historia del partido en cuanto a porcentaje de votos (el 51,07%) logrado en 1999 por Alberto Ruiz Gallardón.