MADRID, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha defendido este miércoles el deber "cívico y moral" de apoyo a las víctimas del terrorismo, ha añadido que no hay "salida fácil" para esta lacra y ha alertado de los intentos de "olvido o manipulación de la historia", toda una "estrategia de confusión política o moral que pretende olvidar lo ocurrido y presentar un relato sin vencedores ni vencidos y en el que las víctimas desaparecen sin el reconocimiento que merecen".
Lo ha hecho durante la presentación del 'Itinerario de la Libertad', un recorrido por la capital hilvanado por placas que recuerden aquellos puntos de la ciudad donde se cometieron asesinatos terroristas. Con este gesto se pretende "recordar a las víctimas en la ciudad, la más azotada por el terrorismo, para reconocer su generosidad, honrar su memoria y compromiso con la libertad de los españoles".
"Madrid no olvida porque olvidar conlleva impunidad, porque el olvido permitiría rescribir la historia a los asesinos y a sus secuaces, porque el olvido es volver a morir y Madrid no lo va a permitir", ha señalado después de apuntar que apoyar a las víctimas es un "deber cívico y moral".
También ha defendido que el sacrificio de las víctimas enseña que el terrorismo, con independencia de sus siglas, "debe ser derrotado, que no hay salidas fáciles y que al terrorismo se le vence con confianza en la democracia y en las instituciones, se le gana con la ley y la verdad".
Por eso ha hecho un llamamiento para estar "vigilantes frente a la estrategia de confusión política y moral que pretende olvidar lo ocurrido y presentar un relato sin vencedores ni vencidos". Botella ha señalado que es obligación de todos mantener viva la memoria de las víctimas, lo que le ha llevado a anunciar un acto especial el 23 de enero, cuando se cumplen 20 años del asesinato del popular Gregorio Ordóñez a manos de ETA.
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, ha descrito el 'Itinerario de la Libertad' como "un punto de arranque" esperando que la idea se expanda a otras ciudades y comunidades ya que poner el nombre de cada una de las víctimas es un "antídoto frente a los intentos de tergiversación de la historia de España".
Pedraza ha puesto en valor el hecho de que los allegados a las víctimas mortales tengan una placa con su nombre para demostrarles que no se les olvida, aunque eso no minimice el dolor que sienten.