MADRID 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
La decana del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), Paloma Sobrini, aseguró hoy que el Ayuntamiento de la capital "impuso" el prototipo de quioscos que posteriormente implantó en las plazas de Sol y Callao después de que se le hubiera requerido que presentara un modelo consensuado con la Comunidad de Madrid y con el propio Colegio.
El Consistorio madrileño instaló a finales del año pasado cuatro quioscos que, a juicio de la Dirección General de Patrimonio, no están homologados, por lo que se han abierto dos expedientes de precintado y retirada. En el caso de que la Administración local no clausure estos puestos, el Gobierno regional podría multarla con hasta 600.000 euros, 300.000 por cada expediente.
Según informaron a Europa Press fuentes del Gobierno regional, los expedientes se ciernen sobre dos puestos de turismo instalados en la plaza del Callao y un quiosco de lotería y uno de tabaco implantados en Sol. El Consistorio madrileño autorizó su colocación a pesar de no estar "homologados" y de "saltarse la legislación de Protección del Patrimonio Histórico", según las mismas fuentes.
Sobrini explicó a Europa Press que la polémica comenzó en una de las reuniones de la Comisión Institucional de Patrimonio Histórico Artístico y Natural (CIPHAN), en la que el Ayuntamiento presentó su intención de instalar estos puestos y donde tanto arquitectos como Comunidad le requirieron que presentara un proyecto que pudiera ser debatido.
"El Ayuntamiento se ofreció a reestudiar el proyecto de estos quioscos, a hacer un prototipo para consensuar entre todos y al Colegio le pareció estupendo. La siguiente fue que estaban ya hechos. No se ha cumplido el compromiso que se adoptó ahí de proponer un modelo consensuado. Ha venido con la solución definitiva", señaló la decana.
Sobrini, que no quiso entrar en si a los arquitectos les gusta o no el modelo de los quioscos, dejó claro que el problema de este asunto es que el Consistorio no ha seguido el procedimiento, y señaló que la Administración local es "suficientemente competente para tomar la decisión que deba". "En este tema ha habido bastante imposición. Simplemente manifestamos nuestro disgusto", indicó.
Fuentes del Gobienro regional explicaron que a mediados de diciembre se notificó al Ayuntamiento de Madrid que debía precintar y retirar estos quioscos en un plazo de 15 días. Aquel tiempo pasó y, como el Consistorio no había movido ficha, se llevó de nuevo el caso a la Comisión Local de Patrimonio Histórico, integrada por representantes de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y el Colegio de Arquitectos.
Allí se sometió el caso de nuevo a votación y tanto la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad como la Comisión Local de Patrimonio Histórico decidieron instar al Consistorio a retirar los quioscos y sustituirlos por otros modelos autorizados que respeten el entorno histórico en el que se sitúan.