La Comunidad realizó 25.641 inspecciones sanitarias, abrió 233 expedientes y decomisó 7.082 kilos de alimentos en 2006

MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Salud Pública y Alimentación de la Comunidad de Madrid llevó a cabo 25.641 inspecciones sanitarias durante el pasado año, a raíz de las cuales se abrieron 233 expedientes, se decomisaron 7.082 kilos de alimentos y se destruyeron casi 20,5 millones de kilos de productos que no reunían los criterios de calidad mínimos, según se desprende del balance de actividades de 2006, presentado hoy por el director general de dicho organismo, Agustín Rivero.

Los 653 profesionales que trabajan en el organismo que vela por la salud pública y alimentaria de los madrileños realizaron durante todo el año pasado más de 25.600 inspecciones en entidades comunitarias y empresariales dedicadas a actividades tales como la industria alimentaria y química, granjas escuelas, parques acuáticos, zonas de baño, piscinas, residencias de ancianos o comedores de centros educativos.

De estas inspecciones, 21.901 estuvieron relacionadas con la alimentación. En concreto se registraron 19.223 industrias alimentarias de sectores como el cárnico, las pescaderías, las pastelerías, las industrias relacionadas con la leche. Las otras 3.740 inspecciones fueron en 37 mataderos y tuvieron como resultado la destrucción de casi 24,6 millones de piezas, sobre todo de aves, que no reunían las condiciones de calidad mínimas. También se realizaron inspecciones de 5.867 piezas de caza, y 1.553 kilos de carne de ciervo, gamo, muflón y jabalí tuvieron que ser destruidos.

La subdirectora general de Higiene y Seguridad Alimentaria, Micaela García Tejedor, explicó que, en la mayor parte de los casos, los problemas que los inspectores encuentran están relacionados con "la detección de defectos en el etiquetado así como incumplimientos de normativas como la cadena de frío, es decir, que cuando los técnicos visitan un establecimiento encuentran que hay productos que no están en la nevera aún necesitándolo".

La Comunidad también realizó durante 2006 revisiones de la calidad del agua en las piscinas municipales y privadas, y exámenes de actividades recreativas como albergues, campings o granjas escuelas. Como resultado de todas estas investigaciones, la Dirección General tiene abiertos 233 expedientes sancionadores.

Por último, se llevaron a cabo también inspecciones de productos químicos o biocidas, tras los que se inmovilizaron 3.401 kilos de detergentes alimentarios y se decomisaron 237 kilos. También se registraron 54 establecimientos de tatuajes, micropigmentación y piercings, y se le anuló la licencia a 18. En la actualidad hay 49 tramitaciones de permiso de actividad abiertas.

PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN

Sin embargo, la función de la Dirección General de Salud Pública y Alimentación no acaba con las inspecciones, sino que dedican parte de sus esfuerzos a la prevención de enfermedades y a la promoción de la salud. Así, la Comunidad adquirió más de 4 millones de dosis de vacunas infantiles, para adultos, antigripales, antineumocócicas y antivirales durante el año pasado por un valor de 47,2 millones de euros, una inversión un 85 por ciento mayor que la del año 2005.

Este aumento presupuestario se debe, fundamentalmente, a que la Comunidad de Madrid adelantó de manera excepcional durante 2006 la vacuna contra el sarampión a los 12 meses, en vez de a los 15 meses, por una ola de casos en niños menores de un año. Además, la región también ha efectuado una importante inversión para inmunizar contra el neumococo, en tratamientos antivirales por si se produjera una pandemia de gripe aviar, y para adelantar la administración de la vacuna contra la varicela.

Otra de las actividades realizadas durante el pasado año fue el envío de más de 70.000 mensajes de texto, 4.000 mensajes de voz y 4.200 faxes semanales para alertar de las diversas condiciones sobre el polen en la región, así como diversos estudios de la incidencia de las más importantes enfermedades infecciosas para poder reaccionar contra ellas.

TUBERCULOSIS

En concreto, la Comunidad de Madrid inspeccionó el pasado año 1.914 torres de refrigeración, posibles focos de legionela, para la rápida detección de bacterias en el agua, y realizó también una intensa vigilancia de los casos de tuberculosis, que en Madrid ya se sitúan por debajo de la media europea (12,6 por cada 100.000 habitantes frente a 12,2).

En el apartado de promoción de la salud, la Comunidad invirtió más de 2 millones de euros en publicaciones sobre diversos temas que afectan a la salud, destinó casi 1,5 millones al Plan Regional de Control de Sida/VIH, lo que incluye la promoción del uso del preservativo, el apoyo a ONGs y la prevención en usuarios de drogas, entre otras cosas, pero no los tratamientos, que están previstos en otra partida presupuestaria.

También se realizaron 12.000 actividades asistenciales y 3.390 revisiones a pacientes en el Centro de Referencia del Tabaquismo de la Comunidad, de los cuales el 60 por ciento fueron mujeres y el 50 por ciento, personal sanitario. Según Rivero, "el 55 por ciento de esos pacientes no fuman desde hace seis meses".

En materia de nutrición, la Dirección General de Salud Pública y Alimentación llevó a cabo una campaña de 'El desayuno saludable' en la que participaron más de 10.000 niños, el mismo número de escolares que tomaron parte en un taller-exposición itinerante dedicado a la actividad física y la prevención de la obesidad en San Sebastián de los Reyes, Aranjuez, Arganda del Rey, Alcorcón, Valdemoro, Galapagar y el distrito madrileño de San Blas.

También se realizaron varios estudios sobre alimentación y nutrición, ya publicados a lo largo del año pasado, y se destinaron 1,9 millones de euros a subvencionar iniciativas y proyectos relativos a educación, ayuda a pacientes con patologías crónicas, pastillas para enfermedades animales que pueden transmitirse a los hombres o el Sida.

LIGERO REPUNTE DEL SIDA

Con respecto al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, Rivero admitió que el número de casos ha aumentado ligeramente entre la población heterosexual, quizá por una relajación en la percepción de peligrosidad de la enfermedad desde que se generalizaron los antiretrovirales, pero recordó que los casos entre la población de más riesgo, homosexuales y drogadictos, ha descendido, y que durante 2006 "no se registró ni un sólo caso de trasmisión vertical, de madre a hijo". "El diagnóstico precoz y el trabajo en estrecho contacto con los enfermos que llevan a cabo las ONGs han ayudado a este descenso, y el ligero repunte entre los heterosexuales no preocupa, aunque habrá que trabajar en ello", añadió el director general.

En su repaso por las actuaciones realizadas en 2006 por el organismo que dirige, Rivero no quiso olvidar la cooperación con el exterior. Durante el año pasado, la Comunidad de Madrid envió un médico a Estocolmo para redactar el 'Primer Informe Epidemiológico Europeo' sobre enfermedades transmisibles.

Otro médico de la red pública sanitaria fue a Palestina para analizar la situación de salud en los territorios ocupados, y se colaboró con Médicos del Mundo en la campaña de vacunación contra la meningitis en Burkina Faso, enviando a un doctor además de vacunas. Por último, un médico y dos enfermeras madrileñas participaron en el proyecto 'Control de la malaria en las zonas fronterizas de la región andina'.