Condenados a penas de entre 5 y 12 años de prisión tres de los seis juzgados por el asalto violento a un chalé

Audiencia de Madrid
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 22 junio 2012 16:26

MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a penas de entre cinco y doce años de prisión a tres de los seis hombres juzgados el pasado 21 de mayo por su participación en el asalto violento de un chalé en Las Rozas, a cuyos moradores hirieron con una katana.

En la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, la Sala condena a R.G. y I.I.C. a cinco años de cárcel como responsables en concepto de autores, la primera en cuanto cooperador necesaria, de un delito de robo con violencia en casa habitada con uso de medio peligroso, con la agravante de disfraz.

También condena a A.S. a doce años de prisión como responsable penal en concepto de autor de un delito de robo con violencia en casa habitada y uso de medio peligroso, dos delitos de lesiones dolosas y una falta de igual clase, ya definidos, con la circunstancias agravantes de reincidencia en el delito de robo y en todas las infracciones las de disfraz y abuso de superioridad.

Asimismo, el tribunal exonera a R.M., I.S.B. y C.C.G. de los delitos de los que habían sido imputados. Se les acusaba de los delitos de robo con violencia , dos delitos y una falta de lesiones dolosas, de los que venían acusados por el Ministerio Fiscal y la acusación particular, así como del delito de receptación.

Según la sentencia, "no resulta probado que en los hechos expuestos en el apartado primero interviniesen el día 9 de junio de 2009, o en los días anteriores en aras a su preparación, R.M., I.S.B. o C.C.G.".

ACUSACIÓN FISCAL

El Ministerio Fiscal solicitó en el juicio una pena de prisión de 12 años para A.S., R. M. e I.S.B. Para I.I.C., R.G. y C.C.G. la petición de cárcel es de cinco años. Según el fiscal, los acusados sobre las 4:30 horas del día 9 de junio de 2009 se dirigieron a Las Rozas, en un vehículo Audi A-4 que utilizaba habitualmente Ionut I. C, con la intención de asaltar el chalet de José M. C., de 77 años, y de su mujer, Concepción S. G., de 71 años.

Anteriormente, Rodica G. había trabajado como empleada de hogar para el matrimonio y, gracias a este hecho, ella y su hijo Constantin C. G. facilitaron información sobre la vivienda a los asaltantes.

Mientras Ionut I. C. permanecía en el interior del vehículo a poca distancia del chalet, ejerciendo labores de vigilancia, Adrian S. y los demás, cubiertos con medias o pasamontañas, se introdujeron en la vivienda tras saltar el muro que la rodea.

Una vez dentro, se dirigieron al dormitorio de la asistenta, donde dos de ellos la despertaron y le preguntaron por el paradero de los dueños. La empleada empezó a gritar, motivo por el que la golpearon en la cara, le metieron un trapo en la boca y la ataron fuertemente.

Acto seguido los asaltantes subieron a la planta superior de la casa donde estaba el dormitorio del matrimonio. "Al oír ruidos, el señor José M.C. se dirigió al baño, circunstancia que uno de los acusados aprovechó para abalanzarse sobre él con una katana, produciéndose un forcejeo por el que cayó al suelo el dueño de la vivienda", señala el fiscal.

Los acusados empezaron a darle patadas, recibió un corte en el brazo izquierdo a causa de la katana y perdió finalmente el conocimiento. Concepción se acercó al baño y, al ver que su marido estaba siendo agredido, empezó a gritar y uno de los acusados la golpeó.

Seguidamente, ataron de pies y manos a José M. C. y lo arrastraron hasta el dormitorio. Al recobrar la consciencia le exigieron que les facilitara el número de la caja de seguridad del dormitorio, amenazando a su mujer con matarlo, por lo que ella les proporcionó la llave.

Ahí guardaban joyas valoradas pericialmente en 44.404 euros y 4.800 euros en efectivo. Los procesados se apoderaron de todo ello y se dirigieron con la mujer al despacho, donde la exigieron que también les facilitara la combinación de la caja fuerte que ahí se encontraba, pero ante la imposibilidad de poder abrirla decidieron abandonar la vivienda, no sin antes maniatar también a Concepción y amenazar al matrimonio de muerte si contaban algo.

Los procesados sumaron a su botín el teléfono móvil de María R. y 295 que tenía en un cajón de la ropa. A raíz de las entradas y registros practicados el 25 de noviembre de 2009 en los domicilios de los acusados, fueron halladas diversas joyas del matrimonio.

La totalidad de los efectos hallados e intervenidos por la Policía asciende a 2.676 euros, según la tasación pericial, estando valoradas las joyas sustraídas no recuperadas en 41.728 euros, suma económica que la Fiscalía solicita como indemnización por no haber sido recuperadas.