El consumo de alcohol y tabaco entre trabajadores desciende en diez años pero la cocaína sube y el cánnabis se dispara

La mayoría se inicia fuera de la oficina y sólo el 3,5% consigue las sustancias a través de compañeros

La Agencia Antidroga iniciará en marzo un servicio de prevención de drogas específico en el ámbito laboral

Europa Press Madrid
Actualizado: miércoles, 19 diciembre 2007 14:32

MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

La ingesta abusiva de bebidas alcohólicas entre la población madrileña trabajadora descendió casi siete puntos porcentuales entre 1996 y 2006, y el consumo diario de tabaco bajó 2,4 puntos, mientras que la toma habitual de sustancias ilegales como el cánnabis y la cocaína se incrementó notablemente. Concretamente, la prevalencia de la primera de estas drogas se disparó en el mismo periodo, al subir 19,3 puntos (del 7,8% al 27,1%), y en el segundo caso el aumento fue de 3,7 puntos (del 3,8% al 7,5%), situación atribuible a la "baja" percepción del riesgo se tiene de ellas.

Paralelamente, la heroína "desaparece" en términos estadísticos (baja del 0,7% al 0% en esos diez años) y también se reduce la prevalencia de inhalantes (de 0,2% al 0,1%), alucinógenos (de 1,5% al 1%), anfetaminas (de 1,9% a 1%) y drogas de síntesis (de 3% a 2,7%).

El trabajo no es, sin embargo, un ámbito principal para el inicio del consumo de drogas, ya que sólo el 3,5% de los encuestados manifiesta haber recibido drogas de compañeros de trabajo, frente al 67,9% que las ha obtenido u obtiene a través de amigos.

Así lo revela un estudio de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid que analiza la 'Incidencia de las drogas en el ámbito laboral' a través de las encuestas domiciliarias y anónimas realizadas a 1.000 asalariados ocupados de la región de entre 16 y 65 años de edad, muestra representativa de un universo de 2,4 millones de empleados.

No obstante, el objetivo de este sondeo no es conocer el consumo de drogas en el lugar de trabajo, sino la conducta general en este ámbito de los ciudadanos encuestados, tanto fuera como dentro de la oficina, y la evolución de la prevalencia de las distintas sustancias con respecto a anteriores ediciones del informe (el primero se hizo en 2006). Tampoco permite evaluar la incidencia por sectores laborales ni la influencia de las drogas en el rendimiento o en accidentes laborales.

PREVENCIÓN EN EL ÁMBITO LABORAL

El gerente de la Agencia Antidroga, Manuel Molina, presentó hoy las conclusiones de este nuevo estudio y anunció la puesta en marcha a partir de marzo del 'Servicio de información y orientación en prevención de consumo de drogas en el ámbito laboral', una nueva iniciativa de su departamento que hasta diciembre funcionará en plan piloto con sólo dos profesionales y, en función de la demanda detectada, se extenderá a toda la región.

Este dispositivo, "pionero en España", destacó Molina, tendrá carácter itinerante y trabajará en colaboración con organizaciones empresariales y sindicales. Su presupuesto inicial asciende a 92.000 euros.

LAS MUJERES CONSUMEN MENOS, EXCEPTO TABACO

Volviendo a las conclusiones del estudio, Molina apuntó que, por género, los hombres presentan prevalencias y niveles de consumo de drogas más altos que los de sus compañeras excepto en el tabaco pues el 42% de las trabajadoras fuma a diario, frente a un 38,9% de ellos. Además, se estima que el grupo que más fuma es el de mujeres de entre 16 y 24 años, de las cuales el 50,5% lo hace.

De forma general, el informe de 2006 revela que el 40,2% de los trabajadores de la Comunidad de Madrid fuma diariamente, mientras que en 1996 eran el 47%. En cuanto al alcohol, se apunta que en el primer año de análisis el 12,4% de los trabajadores era bebedor abusivo, grupo que diez años después sólo representa el 10%.

La encuesta también recoge otras variables, como las motivaciones para el consumo de drogas, la percepción que los trabajadores tienen sobre este problema y las actuaciones que consideran necesarias para atajarlo. Así, el 83,2% de los encuestados consumidores manifiesta hacerlo para experimentar y disfrutar, aunque en trabajadores muy jóvenes (la franja de entre 16 y 25 años es la que mayor acumulación de consumos presenta) el afán de adaptarse al grupo y la sensación de libertad, de trasgresión de las normas, también pesa.

En relación con las dos únicas sustancias cuyo consume sube en los diez años de estudio, cánnabis y cocaína, el gerente de la Agencia Antidroga subrayó cómo el cambio operado en el perfil del drogadicto, pues se ha pasado del heroinómano, muy excluido social y laboralmente y de apariencia física muy deteriorada, al patrón actual, que por lo general no levanta sospechas.

Ante este panorama, el 56% de los encuestados consideraron necesaria dar información y formación a los trabajadores frente a las drogas, y el 29,8% se mostraron partidarios de que los trabajadores con problemas sean orientados hacia centros especializados.

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