MADRID 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Asociación El Defensor del Paciente ha interpuesto una demanda judicial al Hospital Gregorio Marañón por la muerte de A. Mateos Izquierdo, de 39 años, que se suicidó el pasado 18 de mayo tirándose por la ventana, días después de ser dada de alta por los servicios médicos de ese mismo hospital, que estimaron que el comportamiento anormal por el que fue ingresada se debía "a que estaba echando un pulso a la familia".
Los familiares de la fallecida acusan al centro hospitalario de negligencia, por no atender a su paciente "debidamente", según declaró su hermano Juan Carlos a Europa Press. "Si hubiera estado ingresada no habría pasado lo que ha pasado", añadió.
Diagnosticada con psicosis paranoide en agosto de 1998, A. Mateos fue ingresada en varias ocasiones y pasó diversas temporadas en centros ocupacionales, de donde entraba y salía tras constantes recaídas y conatos de suicidio, según informó la familia a través de una nota de prensa distribuida por la Asociación El Defensor del Paciente.
A primeros del mes de abril pasado, la fallecida ingresó en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid por recomendación de su psiquiatra y su psicólogo, tras haber observado la familia gestos "raros", como hablar sola, hablar por teléfono sin sujetar el aparato, comer sin tener nada en las manos e incluso acunar a un bebé.
Los médicos de A. Mateos recomendaron a los allegados de la fallecida que la ingresaran "inmediatamente, por estar muy mal", pero los facultativos del Gregorio Marañón dijeron "no observar ningún gesto por los cuales ingresó" y opinaron que todo se trataba de "un pulso" que estaba "echando a la familia", siempre según las declaraciones de ésta última.
Días después le dieron el alta, ante la sorpresa de sus familiares, con un antidepresivo y unas pastillas para dormir como tratamiento. Por temor a que pudiera autolesionarse o intentar suicidarse, los allegados de A. Mateos pidieron ayuda a la psiquiatra de la zona, que varió ligeramente su medicación, y comenzaron a buscar un centro ocupacional para ingresarla, aunque con resultado negativo por la falta de plazas.
Finalmente, y a pesar de la vigilancia familiar, el pasado 18 de mayo A. Mateos se arrojó por la ventana de su casa, a pesar de que su madre se encontraba en la vivienda en esos momentos.
Por su parte, el Hospital Gregorio Marañón eludió hacer una declaración institucional por falta de información acerca de este caso.