Detenido el encargado de un sex-shop y dos cómplices que estafaban a los clientes que pagaban con tarjeta de crédito

MADRID 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a Ricardo S.R. madrileño, de 23 años; a Manuel R.A., de nacionalidad cubana; y Gustavo Wilssen G. P., venezolano, como presuntos autores de un delito de falsificación de documentos y estafa.

Según informó la Policía, el primero regentaba un sex-shop en los bajos de Azca y aprovechaba los pagos con tarjeta de sus clientes, para copiar en un lector los datos de sus bandas magnéticas. Los otros dos fueron quienes le facilitaron el lector y le pagaban un canon acordado por cada tarjeta copiada. Semanalmente se citaban para repartirse los datos y el dinero, respectivamente. En uno de estos encuentros fueron detenidos.

Las investigaciones se iniciaron a raíz del sorprendente aumento de denuncias por utilización fraudulenta de tarjetas y teniendo además todos los denunciantes en común el no haber extraviado en ningún momento sus tarjetas. Se daba la circunstancia de que todos los perjudicados habían sido clientes de un local de la calle Orense.

LOS INDICIOS APUNTABAN AL SEX-SHOP

Fruto del estudio pormenorizado de las manifestaciones de las víctimas, se dedujo por parte de los agentes del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Tetuán-Azca, que todos los indicios conducían al encargado de un sex-shop de los bajos de Orense.

Los agentes procedieron a establecer un dispositivo de vigilancia y dio como resultado la detención del encargado del local cuando se encontraba realizando una transacción con otros dos personas, en la cual recibía una cantidad de dinero en pago a los trabajos que había llevado a cabo. Las otras dos personas eran las que le facilitaban el lector para copiar las bandas magnéticas de las tarjetas de crédito.

Una vez obtenido el correspondiente mandamiento de entrada y registro para efectuarlo en la vivienda del responsable del local, los agentes se incautaron de diverso material, entre el que había seis ordenadores portátiles, tres impresoras, diez teléfonos móviles, tarjetas de crédito en blanco así como 4.500 euros en metálico.