Dos policías fuera de servicio afirman que hubo sobreaforo y falta de control

El policía municipal niega que trabajara para Kontrol 34 pese a acceder y consumir sin entrada e ir con el resto de controladores

El abogado Felipe Moreno, junto a dos periodistas
Foto: EUROPA PRESS
Europa Press Madrid
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:51

   MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Un policía nacional y otro municipal de Madrid, que acudieron a la fiesta mortal de Halloween en el Madrid Arena, y que no se encontraban fuera de servicio esa noche, han declarado hoy ante el juez que hubo sobreaforo, público muy joven y falta de medidas de seguridad y control en el evento.

   Así lo han manifestado este viernes, tras sendas declaraciones, los abogados de las víctimas Felipe Moreno y María José Siñeriz a los medios de comunicación a las puertas de los Juzgados de Instrucción de Plaza de Castilla de Madrid.

   La primera declaración ha correspondido al policía nacional, que ha asegurado que iba esa noche como mero espectador, al tiempo que ha reconocido que hubo más aforo del que debería, ya que en determinados momentos "hubo una situación de agobio" por la que él tuvo que salir de la pista ya que "no soportaba la cantidad de gente que había".

   De hecho, según ha relatado el agente, media hora antes de la actuación de Steve Aoki "ya había avalanchas en el interior y situaciones de marea del público".

   "Dice que en un momento determinado hubo una avalancha en uno de los vomitorios, con una masa de cuerpos de cinco o seis personas, una encima de la otra. También ha declarado que en todo momento pensó que podían haber fallecido muchas más personas de las que murieron", ha añadido.

   El policía nacional ha confirmado que la mayoría de los asistentes "era muy joven, entre 16 y 18 años". También ha comentado que no había controles de acceso ninguno, ni en la parte inicial y que los porteros se quedaban con la entrada entera, "que no pasaban por ningún tipo de lector", según el letrado.

DUDAS DE SI TRABAJABA EN KONTROL 34

   Poco después del mediodía ha testificado Mario G.C., el policía municipal madrileño destinado en Puente de Vallecas que sacó a Belén, una víctimas, de la montonera mortal. Él mismo reconoció días después ante las cámaras de televisión que su prioridad fue "salvar su vida".

   Sin embargo, meses después unas imágenes de las cámaras de seguridad el pabellón, en las que el agente entraba a la sala de los controladores de acceso junto a ellos sembró la duda de que trabajara ese día para Kontrol 34, la empresa que suministró los controladores de acceso para el evento de Halloween.

   "Es policía municipal y no va a reconocer nunca que estaba trabajando para un empresa. Sí ha reconocido que antes de agente sí ha trabajado para el mundo de la noche. Conoce perfectamente a Carlos Manzanares (dueño de la empresa de vigilantes), a Emilio Veliar y a Kontrol 34 y que esa noche curiosamente iba vestido de negro, al igual que el resto del personal de la empresa", ha apuntado Moreno.

   El letrado también ha indicado que el agente local ha reconocido ante el juez que accedió por la F-4, una puerta por la que no entraba el público, sólo los empleados.

   "Iba sin entrada y no tomó seis consumiciones, por las que no pagó porque dijo conocía a una de las camareras. Esto es muy sospechoso y sobre todo porque hay imágenes, que han salido en los medios de comunicación, en las que se ve cómo accede con otros controladores a la sala de los controladores. Nosotros no decimos que trabajaba directamente. Todo el mundo sabe cómo se trabaja en el mundo de la noche", ha apostillado.

   Ante las preguntas de la acusación, el policía municipal ha argumentado que antes de ser agente, allá por 2005, había trabajado en el mundo de la noche y que por ello conocía a algunos de los controladores de acceso y que por eso entró con ellos a la sala donde estaba, tal y como recogen las imágenes.

   También ha indicado que ese día había quedado con una persona de influencia de Kontrol 34 llamado Manuel, más conocido como 'Lolo' para conseguir que su novia trabajara como camarera. "Toda una concatenación de hechos que nos lleva a pensar que 'echaba una mano'", ha dicho Moreno.

   No obstante, ha admitido que había sobreaforo en la fiesta y que las medidas de seguridad no eran las adecuadas. "Ha manifestado que si hubiera habido 10.000 personas y no las 15.000 o 20.000 personas que estaban hubiera habido el mismo riesgo y peligro y los hechos se hubiera producido igual. Es decir, que había un descontrol total por falta de medios y seguridad", ha apuntado el abogado.

   Sobre la apertura de la portón que por el que supuestamente entró sin control una gran avalancha de gente justo cuando comenzó el concierto de Steve Aoki, Moreno ha indicado que el polícía nacional "no ha aclarado nada", pero ha reconocido que a la una de la madrugada "no había prácticamente gente" pero cuando comenzó la actuación del pinchadiscos japonés "accedieron miles de personas y abarrotaron el recinto".

   Sobre esta cuestión, han solicitado un careo entre los diversos intervinientes en la apertura de dicho portón. De hecho, el próximo día está citado a declarar ante el juez el encargado de abrirla para saber quién le dio esa orden directa.

   Por su parte, Siñeriz, quien ha mantenido un enfrentamiento verbal con el segundo agente durante su declaración, ha criticado "las contradicciones y la falta de coherencia" entre la versión que dio en comisaría y la que ha dado hoy ante el juez. Cree que la ha tenido que cambiar a raíz de las citadas imágenes publicadas.

   Entre dichas contradicciones la letrada apunta que en comisaría declaró que llegó a la fiesta a las 00.30 horas, mientras que las imágenes revelan que entró sobre las 22.30 horas de esa noche.

   "Él dice que no estaba trabajando, que iba a ver a unos amigos. Pero, ¿cómo pudo participar en la conformación de la barrera si no estaba trabajando? Todos sabemos que se trabaja bajo contrato verbal (en el mundo de la noche). El ha cambiado toda su declaración y se convierte en una falsedad y yo con la mentira no puedo", ha concluido Siñeriz.

   La Unidad de Asuntos Internos de la Policía Municipal de Madrid abrió en verano expediente informativo al agente municipal para investigar si trabajaba en sus ratos libres como portero, lo que es incompatible con su puesto de trabajo.

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