Echeverría dice que Menéndez calumnió a González al llamarle "corrupto" mientras este empleó la palabra en otro sentido

Europa Press Madrid
Actualizado: martes, 14 mayo 2013 18:35

MADRID 14 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echeverría, ha explicado este martes en un escrito dirigido al portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Tomás Gómez, que la diputada socialista Maru Menéndez injurió y calumnió al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, al llamarle "corrupto" y vincularle a una trama delictiva y contrataciones ilegales, mientras este empleó la misma palabra matizando su sentido "como sinónimo de 'torticero' o 'perverso'".

Echeverría se reafirma en su escrito en las decisiones tomadas hasta la fecha al respecto "no habiéndose presentado nuevos elementos de juicio", y "en consecuencia no considera necesario rectificar". El escrito responde al enviado el pasado viernes por Gómez a la Presidencia y a la Mesa.

En primer lugar, sobre lo sucedido en el pleno del 9 de mayo, Echeverría ha apuntado que la Presidencia de la Asamblea "ha tolerado en muchas ocasiones una intensidad elevada del debate", a la que considera que "hay límites evidentes, como el la imputación de calumnias a un miembro de la Cámara".

Según su relato, "Menéndez acusó al presidente de la Comunidad de Madrid no solo de corrupto, sino que además añadió que estaba vinculado a una trama delictiva, a contrataciones ilegales y añadió que sobre el mismo existía un informe de la Unidad Anti Fraude".

"Esto, a juicio de esta Presidencia, es una expresión injuriosa y calumnosia no amparada por el calor del debate, dado que no se trata de una manera de hablar sin más, que aunque pueda resultar descortés se ha tolerado en otras ocasiones", sostiene Echeverría.

Asimismo, señala que tales afirmaciones "son de extrema gravedad, ya que no están amparadas por ninguna sentencia judicial y, por lo tanto, sigue incólume el derecho constitucional a la presunción de inocencia, lo que convierte la afirmación en calumnia de forma automática".

Echeverría, quien ha leído el escrito en la Junta de Portavoces, ha agregado que la diputada socialista "respondió a las indicaciones de la Presidencia desafiándola, negando el derecho del Presidente de la Mesa a llamarle al orden y a retirarle la palabra, cuando además de lo improcedente de su actuación su tiempo había concluido, e incluso retando a la Presidencia a expulsarla del hemiciclo".

"Por su parte, la reacción del Presidente de la Comunidad de Madrid, que ciertamente profirió la misma expresión, fue cualitativamente distinta", precisa Echeverría, para apuntar que Menéndez "ignorando a su interlocutor, se dirigió a él de forma inopinada con la única finalidad de insultarle y calumniarle".

Así, señala que González "aparte de la descalificación puramente emocional y no acompañada de la imputación de ningún delito", se limitó a pedir que las acusaciones dirigidas a él las pronunciara fuera de la Asamblea y "matizó de forma precisa el alcance del término 'corrupto' en el sentido de que lo estaba empleando como sinónimo de 'torticero' o 'perverso'".

A este respecto, Echeverría cita textualmente lo recogido en el acta sobre las palabras de González reprochando a Menéndez "exclusivamente" su forma de comportarse en el pleno: "Aquí la única corrupta que hay es usted, señora, que no es capaz de demostrar absolutamente nada y que lo único que hace es insultar e insidiar sin nada, amparándose en su condición de parlamentaria".

Echeverría aclara que "no fue el uso de un determinado calificativo injurioso lo que motivó la expulsión de la diputada Menéndez, sino un conjunto de afirmaciones y actitudes reiteradas, que no pueden tener cabida en sede parlamentaria y que de hecho encajan perfectamente en la sanción prevista en el artículo 33 de reglamento".

Dicho artículo reza que "el diputado que, dentro del recinto parlamentario, en sesión o fuera de ella, atentare de modo grave contra la disciplina, el orden o la cortesía parlamentaria, provocando desorden de su conducta, de obra o de palabra, en los términos previstos en el artículo 138 de este reglamento, será sancionado por el presidente con la inmediata expulsión del recinto parlamentario".

Echeverría asevera por tanto que "la decisión que la Presidencia se vio forzada a tomar fue totalmente ajustada a las circunstancias y amparada por el reglamento". Asimismo, indica que no es "sorpresiva", porque en reuniones de Mesa y Junta de Portavoces, "se ha instado a la prudencia de los grupos y, en concreto, se ha advertido específicamente del posible recurso al artículo 33 del reglamento".

"UNA PROVOCACIÓN"

Por ello, afirma que la actuación de Menéndez constituye "una provocación en toda regla", para, "conocida esta posibilidad, forzar un incidente y, con ello, la aplicación de las sanciones previstas reglamentariamente".

"Ha sido la diputada la que, con su comportamiento de palabra y de obra, ha forzado a la Presidencia a sancionarla en los términos previstos por el artículo 33 del reglamento, y por lo tanto la Presidencia estima que sólo a ella cabe pedir responsabilidad", agrega Echeverría, al tiempo que rechaza que su actuación haya sido "arbitraria".

Por otro lado, el presidente de la Asamblea responde a las acusaciones de parcialidad expuestas por Gómez en su escrito previo y dice que "carecen de todo fundamento", y se pone a disposición de todos los grupos parlamentarios para "colaborar y trabajar conjuntamene, con el objetivo de reconducir los debates a lo que debe ser e normal desarrollo de la actividad parlamentaria, sin que ello delimite la intensidad o lo incisivo de las intervenciones, pero con el claro límite de la cortesía y rigor".

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