Fernando Guillén se despide de los escenarios en el Teatro Español con 'El vals del adiós', de Louis Aragon

Actualizado: jueves, 31 mayo 2007 15:24

Este espacio de la capital acogerá también 'Las brujas de Salem' dirigida por Alberto González Vergel y protagonizada por María Adánez

MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -

El actor Fernando Guillén ha decidido despedirse de los escenarios en el Teatro Español de Madrid con la representación de 'El vals del adiós', basado en textos del poeta, novelista y ensayista francés Louis Aragon y que se estrena hoy en la Sala Pequeña de este espacio.

A sus 75 años, y algunos después de haber subido a las tablas por última vez con 'Top Dogs', dirigida por Mario Gas, Guillén aborda ahora este monólogo "atípico", según lo calificó hoy, en el que interpreta al escritor francés mientras redacta el que sería su último artículo en Les Lettres Françaises, la revista que editó durante más de treinta años y que tuvo que cerrar tras retirarle su apoyo económico el Partido Comunista Francés, al que pertenecía.

"Es una carta de despedida, desgarradora y maravillosa, que yo releo y memorizo y que es premonitoria de su futuro suicidio", explicó el actor recordando que aparte de las vinculaciones políticas de Aragón, el escritor perteneció al movimiento surrealista y fue uno de los líderes del dadaísmo.

"Precisamente porque yo soy rojo, este texto me ha tocado mucho, ha sido un revulsivo para mí y me ha hecho plantearme muchas cuestiones. Por eso, después de 55 años en que salí a este mismo escenario del Teatro Español por primera vez, he pensado que nada mejor que aquí para despedirme (aunque no del cine ni de la televisión) con un autor tan afín a mí", confesó, absolutamente convencido de su decisión. "Me estoy volviendo muy vago y hacer teatro es un esfuerzo tremendo, especialmente cuando trabajas con directores muy exigentes", añadió.

Guillén explicó además su determinación en este asunto recordando que ha recibido los premios más importantes, "aunque no sé bien por qué" --dijo--, y se definió como un "buen actor" que conoce su oficio y que nunca pretendió ser una estrella.

Carlos La Rosa dirige este montaje que ya trajo a Madrid en su momento el prestigioso cineasta, actor y director Jean Louis Trintignant pero con una puesta en escena que en nada se parece a la actual. Ahora La Rosa ha contado también con la participación en escena de Alberto Valera, autor e intérprete de la música original del espectáculo, que dura unos 80 minutos, y al que conoció tocando en el metro de París.

Fernando Guillén se mostró muy contento de que desde el comienzo de este nuevo siglo el teatro en Madrid "esté viviendo uno de sus mejores momentos". "Es un periodo muy brillante. Ha vuelto el teatro de compromiso y de lucha, dijo recordando los años en los que gentes de la escena como Nuria Espert, Adolfo Marsillach y él mismo hacían ese mismo tipo de teatro.

LAS BRUJAS DE SALEM

Al mismo tiempo, el Teatro Español estrenará mañana, pero en su sala principal, una nueva producción. 'Las brujas de Salem', de Arthur Miller, dirigida por Alberto González Vergel, quien a sus 84 años se ha atrevido con esta obra y con la versión de la misma.

María Adánez, Sergi Mateu, Juan Ribó y Manuel Gallardo figuran en el reparto de este espectáculo que cuenta con un electo de 21 actores entre los que también se encuentra Carmen Bernardos, que cumplirá 80 años el próximo mes de agosto, y que quiere que éste sea su último estreno.

'Las brujas de Salem' fue una denuncia contra las investigaciones del comité de Actividades Antiamericanas, ante el cual tuvo que comparecer el propio Miller y que llevó a multitud de artistas a la miseria por no poder ejercer su trabajo si se les sumaba a las "listas negras". Hoy la obra no ha perdido esa fuerza que mostró en su estreno en los años 50.

María Adánez aseguró que esta función es "un homenaje del Teatro Español a González Vergel, un director que tiene las ideas muy claras y que ha hecho un trabajo muy personal". En su opinión, se ha realizado "una cuidada puesta en escena y se ha insistido mucho en la estética del espectáculo, en su sobriedad y limpieza de movimientos", dijo la actriz.

La novedad más importante es la propuesta del director de "llevarla desde la comicidad al drama y así algunos personajes son llevados al patetismo y se ridiculizan las altas esferas pero sin traicionar la historia", añadió la actriz.

"MALA MALÍSIMA"

Adánez calificó su personaje, Abigail Williams, de "mala malísima, la mano derecha de la Justicia, una superviviente con mucho temperamento y coraje, muy avanzada en una época puritana, que se salta a la torera muchas cosas y por eso demuestra una sexualidad muy libre reuniéndose para bailar con otras chicas, algo absolutamente prohibido entonces", recordó.

Intolerancia y radicalismo religioso son dos de las cuestiones que están presentes en el espectáculo que pretende ser una crítica muy vigente hoy en día, aunque Adánez reconoció que González Vergel no les ha transmitido la necesidad de reivindicar nada. "Sin embargo, pueden hacerse muchas lecturas. La que yo entresaco es el poco respeto, la arrogancia y la lucha por el poder que genera enfrentamiento y guerra. La incultura y la ignorancia están en la base de todo ello", señaló.