MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se ha comprometido a reunirse con los trabajadores de los deportivos municipales "después del puente" para tratar con ellos el futuro de este tipo de instalaciones y su posible privatización, según ha informado CC.OO. a Europa Press.
Una decena de trabajadores de polideportivos se ha presentado esta mañana en la plaza de la Villa antes de que diese comienzo el Pleno extraordinario para nombrar Hijo Adoptivo de la Ciudad de Madrid al escritor peruano y reciente Premio Nóbel de Literatura Mario Vargas Llosa.
Aprovechando la entrada de la Corporación municipal y de otras autoridades, los trabajadores han comenzado a increpar al primer edil, pidiéndole que diera respuesta a sus demandas de que no se privatice el polideportivo de Chamartín.
La responsable de CC.OO. en materia deportiva, Victoria García, ha asegurado a Europa Press que el primer edil se ha acercado entonces hasta ellos y les ha pedido que no "boicotearan" el acto porque era "importante" para la ciudad.
"Además, nos ha pedido el número de teléfono y ha quedado en reunirse con nosotros tras el Puente de la Constitución para hablar de este tema", ha apostillado la sindicalista.
En ese momento, los delegado sindicales han desistido de sus reivindicaciones y no han intentado entrar en la Casa de la Villa para no "forzar" un acto que, también ellos, consideran importante.
Según los sindicatos, entre 60 y 70 personas podrían perder su puesto de trabajo si finalmente se privatiza el polideportivo de Chamartín, que ha sido reformado recientemente con cargo a los fondos del Plan E. Además, las plataformas sindicales temen que éste sea sólo el primer caso de una ola de privatizaciones de las instalaciones deportivas municipales.
Por ello, han convocado una huelga en todos los equipamientos deportivos de la ciudad para el próximo 14 de diciembre, y están llevando a cabo una campaña informativa para la ciudadanía. Además, ayer acudieron al Pleno de presupuestos de la Junta de Distrito, que finalmente fue suspendido por el concejal-presidente, Luis Miguel Boto, ante las protestas de los delegados sindicales.
