Gómez Bermúdez critica que políticos sean ambiguos al hablar de la conspiración y confiesa que primero pensó en ETA

El juez Javier Gómez Bermúdez
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 14 marzo 2014 13:04

MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

El magistrado Javier Gómez Bermúdez, que presidió el juicio del 11-M, ha criticado que los políticos sean ambiguos y hablen con "medias tintas" cuando se les pregunta sobre la teoría de la conspiración. Ha confesado que inicialmente pensó, como otros muchos, en ETA pero sus dudas se disiparon ante las "abrumadoras" pruebas recabadas en la investigación de los atentados de 2004.

Así se ha expresado el que fuera presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en una conferencia ofrecida este viernes a alumnos de la Universidad Europea de Madrid cuando se cumple el décimo aniversario de la masacre que acabó con la vida de 191 personas y dejó más de un millar de heridos.

Ante el auditorio, Gómez Bermúdez ha contado a los estudiantes anécdotas desconocidas del juicio del 11-M, como es la decoración "IKEA" de la sala de vistas, con muebles desmontables de colores cálidos y "madera clara", para "dar un ambiente de tranquilidad" a las víctimas y facilitar su reutilización en otros tribunales. "Cuidábamos detalles sorprendentes pero necesarios", ha dicho.

La sala sirvió de ejemplo para otras sedes judiciales y fue pionera en el envío de notificaciones electrónicas a través de Lexnet. El proveedor de Internet se comprometió a dar las imágenes del juicio en directo, sin editar y de forma gratuita, mientras que el tribunal distribuyó los asientos entre procesados y una persona de su confianza y víctimas, reservando diez asientos para el público --estudiantes por ejemplo-- para "garantizar el principio de publicidad procesal que exige que cualquier ciudadano pueda presenciar un juicio".

"HUBO MOMENTOS EN QUE SE ME FUE LA MANO"

Gómez Bermúdez, que ha elogiado a los "cinco magníficos funcionarios" que llevaron el peso de la organización, ha reconocido no sentirse "orgulloso" con momentos en que "se le fue la mano" por "exceso de celo" y respondió con severidad a algunos abogados o procesados. "En 450 horas de juicio, son 10 o 12 minutos pero no estoy orgulloso", ha añadido.

Según ha dicho, la "obsesión" del tribunal era acabar en plazo el juicio y en un macrojuicio de estas características, con decenas de testigos y peritos, cincuenta abogados y tres fiscales, es fundamental dejar "claras las reglas del juego" para que no se eternice ni convierta en un "pasacalles".

A su juicio, las teorías alternativas sobre los atentados de Atocha tuvieron un "origen bien intencionado" ante unos hechos que dejaron en estado de "shock" a España y una instrucción muy cerrada informativamente. También justifica que las víctimas las mantengan, pero no tanto que "un gobernante, cualquiera que tenga responsabilidades políticas, hable con medias tintas" sobre la conspiración. "No digo que tenga que comulgar con la sentencia, digo que tiene la obligación de ser claro para sí o para no", ha remachado.

El magistrado de la Audiencia Nacional ha defendido que ha quedado "absolutamente claro y demostrado" que el explosivo utilizado salió de Asturias y apareció en varios focos, en el piso de Leganés o en varias bolsas que no llegaron en un primer momento a estallar localizadas en Atocha, El Pozo y Vallecas. "La conexión es directa por todos lados. Las pruebas son abrumadoras. Sostener que no se sabe qué explosivo se utilizó es absurdo", ha agregado.

A su juicio, no hacía falta conservar la integridad de los trenes de los atentados. "Igual hubiera sido mejor para no proliferar esa teoría", ha ironizado a un estudiante que ha cuestionado su papel, el de la Fiscalía y la Policía en este caso. "No hay un solo órgano en el mundo que discuta la pureza del explosivo del 11-M, salvo en España", ha remachado.

DESCONOCER EL AUTOR INTELECTUAL NO MERMA EL PROCESO

Tras criticar la "medio verdad o manipulación" generada en torno al tipo de explosivo, Gómez Bermúdez ha asegurado que "no tenemos la certeza de quien dijo 'atenta contra los trenes de cercanías de Atocha" pero ello es "irrelevante" jurídicamente y "no merma ni perjudica la calidad del proceso". "Nunca he dicho que me queden dudas sobre el autor intelectual", ha agregado.

"¿Alguien sabe quien dio la orden del atentado de Hipercor, del cometido contra la casa cuartel de Zaragoza, contra Gregorio Ordóñez?. Mala suerte, ping pong", ha proseguido, para señalar que en tales casos "nos conformamos con decir lo habrá ordenado la cúpula" de ETA.

El magistrado de la Audiencia Nacional ha recordado que el 24 de diciembre de 2003, tres meses antes del atentado, ETA puso una bomba con 50 kilos de dinamita en el expreso Irún-Madrid. "Eso hizo que en las primeras horas muchos, incluido yo, se creyeran que era ETA", ha expuesto.