MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, negó hoy que la remodelación de la Dirección de Seguridad se deba a los supuestos casos de espionaje a altos cargos del PP de Madrid, asegurando que el cambio responde a las negociaciones con el Ministerio del Interior para que al frente de todas las tareas de seguridad esté un mando único.
Granados explicó que la llegada hace un año del nuevo director general Enrique Barón, que sustituyó a Sergio Gamón, provocó "un cambio de modelo que empezó con la negociación de un convenio con Interior que se lleva negociando desde antes de que se produjeran las publicaciones sobre los supuestos espionajes".
El consejero recalcó que "esas negociaciones con el Ministerio ya estaban en marcha" con el objetivo de cambiar el anterior modelo de seguridad. "Se trata de que todas y cada una de las labores que se realizan en la Comunidad en materia de seguridad se coordinen desde un solo mando único", explicó. Según Granados, ese mando será Enrique Barón.
Asimismo, dejó claro que cuando se produjeron las supuestas vigilancias, Barón no era miembro del Gobierno regional ni había sido nombrado director general de Seguridad. "Creo que no hay ninguna polémica. Primero habrá que ver si esos supuestos espionajes se han producido", agregó.
"Hasta ahora, la única prueba que he visto son unos supuestos partes sin firma ni membrete y eso habrá que probar quién lo ha hecho, ordenado por quién y por cuenta de quién", añadió.
LABORES DE VIGILANCIA
Por otro lado, el popular explicó que las labores de vigilancia, escoltas y de seguridad, tanto de edificios como de altos cargos, se llevarán a cabo en exclusiva por miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. En estas unidades se ha integrado también a los agentes forestales.
"Todo esto llegará una vez terminado el verano, cuando firmemos el acuerdo con el Ministerio del Interior", adelantó Granados durante un acto en el municipio de Quijorna.
