Lissavetzky dice que el retraso de la reforma del Paseo de la Dirección hace que la zona "parezca Sarajevo"

Lissavetzky durante una visita a Tetuán
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 13 febrero 2013 14:07

Recrimina al Consistorio que aún no haya realojado a las primeras familias pese a que el edificio de viviendas sociales está terminado


MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El portavoz municipal del PSOE, Jaime Lissavetzky, ha denunciado la "parálisis" que a su juicio padece la remodelación del Paseo de la Dirección, en el distrito de Tetuán, y que la zona "parece Sarajevo" dado que la zona está llena de calles cortadas, zanjas abiertas y escombros en los solares vacantes.

El portavoz del PSOE, acompañado por los ediles socialistas Marcos Sanz y Alberto Mateo, han visitado la zona para conocer de primera mano el estado de esta reforman que consistía en construir en el distrito 1.700 viviendas (la mitad protegidas) y una transformación de la zona, que incluía un nuevo viario y la desaparición de una serie de infraviviendas.

Lissavetzky se ha referido al proyecto de renovación urbana del tramo del paseo que va desde Avenida de Asturias hasta Marqués de Viana (de 1.800 metros de largo) que data de 2006 y que fue adjudicado a la empresa Dragados, que debía efectuar las labores de expropiación, realojo, derribo e urbanización valoradas en 176,5 millones de euros.

A cambio de este montante, la empresa obtuvo 76.407 metros cuadrados de edificabilidad residencial en la zona que podrían ser utilizados como vivienda libre, equipamiento u hoteles. Además, se contemplaba desdoblar el viario de la zona (ahora con un carril por cada sentido) y una mediana ajardinada de 1,2 metros para descongestionar el tráfico.

Sobre el proyecto, Lissavetzky ha criticado que tras siete años desde su diseño "este ambicioso plan" no se está llevando a cabo y, como prueba de ello, es que en marzo marzo de 2012 estaba previsto el realojo de 114 de las 260 familias que iban a ser reubicadas y que aún no están en sus nuevas residencias pese a que el edificio "ya está terminado".

"La situación es desoladora", ha remarcado Lissavetzky para censurar que los trabajos para desdoblar el tráfico lleve también paralizado cerca de dos años y deje un paisaje en la zona llena de "zanjas y descampados". "Y las familias esperando, esto es un auténtico desastre", ha ahondado el edil socialista.

Para Lissavetzky, éste es el "paradigma" de la gestión urbanística al remarcar que hace un año realizó una visita y que este miércoles ha constatado que los avances son "escasísimos" cuando, además, el contrato con la empresa adjudicataria finaliza en abril de este año aunque existe la posibilidad de prorrogarlo otros 18 meses.

"Es el ejemplo de la parálisis urbanística de la ciudad y la pésima gestión de Botella", ha dicho el portavoz socialista para reclamar al Ayuntamiento que aclare cómo va a acabar este proyecto y si se va a prorrogar este contrato.

Al respecto, ha manifestado siempre opta por "centrifugar el problema" derivándolo a una empresa mientras que, a su juicio, el Consistorio se "cruza de brazos" en lugar de ser un elemento "dinamizador" para acometer reformas en los barrios. "Los milagros no existen, lo que hay que hacer es trabajar y mediar con la empresa para que cumpla los plazos porque esto está dejado de la mano de Botella y es una de las auténticas vergüenzas de Madrid", ha espetado a continuación.

Los socialistas han reclamado que esta remodelación se finalice y han realizado diversas proposiciones al respecto en la Junta Municipal del distrito y en la Comisión de Urbanismo. Además, recalcan que las infraviviendas que aún permanecen en la zona carecen de sanitario y genera vertidos de aguas fecales y que el retraso de las obras en los viales generan molestias a los vecinos para acceder a sus viviendas y fomentan la práctica del botellón.

Lissavetzky ha realizado una visita acompañado por un grupo de vecinos críticos con la marcha del proyecto. Uno de ellos, Manuel Aguirre, se ha quejado de las obras viales impiden a los vecinos acceder de forma normal a sus viviendas o aparcar sus vehículos y que los retrasos han generado acumulación de residuos.

"Llevamos aquí no sé cuantos meses (...) Yo solo pido que lo que han empezado lo terminen", ha comentado este vecino para lamentar que los residentes de este enclave sufran "esta tomadura de pelo" que supone una obra "a medio hacer".