MADRID 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
El concejal-presidente de Moratalaz, Fernando Martínez Vidal, y ex concejal de Salamanca coincidió hoy con Íñigo Henríquez de Luna en que la denuncia interpuesta contra éste en el 'caso Becara' responde a una "venganza" de la familia Goyeneche y aseguró que pone "la mano en el fuego por la honestidad" de su compañero de filas.
En declaraciones a Europa Press, Martínez Vidal indicó que "la familia Goyeneche es propietaria de ocho pisos en el edificio de Juan Bravo 18 y en su día pretendieron comprar la parte baja de la finca para hacer un aparcamiento pero el dueño se lo vendió a la familia Zunzunegui, que piensa que el Ayuntamiento, la Junta de Distrito y la Gerencia de Urbanismo están en su contra, enfrentados", sobre todo desde que "en una inspección a ese edificio se encontró una oficina en el segundo piso que funcionaba de manera ilegal y el concejal, como en cualquier otra situación, lo denunció y la precintó".
Sin embargo, sobre el caso por el que se le imputa por una supuesta concesión irregular de licencia a la familia Zunzunegui, el concejal de Moratalaz apuntó que "ellos tramitaban la licencia oportuna de actividad de ese local en la Junta Municipal de Salamanca, que se la denegó, y entonces se dirigieron a Gerencia de Urbanismo, que sí la concedió".
ENFRENTAMIENTO ENTRE FAMILIAS
"Íñigo en ese momento ni siquiera era concejal del Ayuntamiento, yo denegué la licencia y mi actuación terminó allí, lo que hay es un enfrentamiento entre la propiedad de la casa y la del local", explicó Martínez-Vidal.
Además subrayó que los denunciantes incluso "fueron a ver a Íñigo a la Junta para proponerle que hiciera la vista gorda sobre la oficina y que ellos dejarían el tema del local, por lo que (el concejal de Salamanca) los echó".
"Pongo la mano en el fuego por Íñigo Henríquez de Luna. Ha sido asesor mío siendo yo concejal y pocas personas se dedican al servicio público de manera tan profesional y con una honradez como la suya. Doy fe de que es así", declaró.
Sobre las posibles responsabilidades que podrían atribuirse a Martínez Vidal como concejal de Salamanca en el momento de los hechos, el edil aseguró no tener miedo. "Estaría encantado de acompañar a mi amigo y creo que habría que sentar algún día en el banquillo a algún juez que otro, primero, porque no es normal que alguien que resulta imputado se entere por la prensa y, segundo, porque el honor y la imagen de una persona es importante".
"Espero que cuando se archive el caso, que se va a archivar, los medios lo consideren noticia y saquen otras tres páginas como han hecho hoy ", concluyó el edil.