Desde 2015 ha crecido un 9% el personal destinado a taller, además de tomarse medidas preventivas que influyen directamente en las principales causas de los incendios
MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
La mayor parte de los incendios de carácter grave o muy grave se producen en autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de más de diez años de antigüedad --los dos autobuses incendiados esta semana tenían doce y catorce años--, lo que el Gobierno municipal achaca a una flota "muy envejecida por la falta de inversiones en el periodo 2012-2015", con gobiernos del PP.
Fuentes municipales han recordado a Europa Press que el año pasado se incorporaron a la flota 200 nuevos autobuses mientras que este mes de julio empezarán a llegar los primeros de los dos centenares de autobuses que se han comprado para 2017, que entrarán en circulación progresivamente permitiendo retirar los más viejos.
Además, esta semana se ha iniciado la compra de 89 autobuses extra sobre los 200 anuales previstos para este cuatrienio, incluyendo autobuses eléctricos.
Paralelamente a las nuevas adquisiciones, el mantenimiento también se ha reforzado. Para ello, desde 2015 ha crecido un 9 por ciento el personal destinado a taller, además de tomarse medidas preventivas que influyen directamente en las principales causas de los incendios en las revisiones para reducir este tipo de incidentes.
Entre ellas destaca que todos los vehículos de EMT experimentan un mantenimiento cíclico cada 22.000 kilómetros, en el que además de las revisiones específicas, se realiza un exhaustivo control de elementos que pueden tener relación con conatos de incendios, como revisión de la resistencia de arranque, comprobación de las fijaciones de los cables de motor de arranque o de los carros de batería y su conexionado y revisiones de las placas de circuito de aire acondicionado.
Igualmente, se han sustituido alternadores, mejorado la calidad de material de manguitos y tuberías de los sistemas de refrigeración así como de sus abrazaderas de unión de tramos o los materiales de los conductos de gasoil, se han modificado trazados de conducciones eléctricas y de gasoil procurando alejar estos elementos de puntos calientes o que dieran lugar a desgastes o deterioros prematuros y se ha hecho una reconducción segura de posibles pérdidas de aceite, refrigerante o gasoil, mediante bandejas y drenajes.
Además, se han potenciado los recursos dedicados a realizar las limpiezas de los compartimentos de motor procurando eliminar en lo posible los restos de combustible que pueden provocar los incendios y se ha establecido una pauta específica de revisión de elementos comunes a toda la flota que procure minimizar el factor de activación de los incendios.
Dicha pauta incluye la inspección de fugas de combustible, motores de arranque, instalaciones eléctricas de motor y climatización, conducciones de escape de gases. También se ha hecho una contratación adicional de personal de taller para la realización de estas tarea y se ha incorporado a la totalidad de la flota de sistemas de detección y auto-extinción de incendios, sistema que ya incorporan todos los buses adquiridos desde 2016.
Finalmente, se han mantenido contactos con otras empresas de transporte para poner en común la experiencia de los distintos equipos de mantenimiento respecto a este problema, de manera que colectivamente se puedan mejorar las pautas preventivas.
