En 2020 se ha elevado en 10 puntos, hasta el 46%, el número de asuntos registrados telemáticamente
MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha obligado a la Justicia madrileña a acelerar "de prisa y corriendo" la entrada de los tribunales en la era digital con la implantación de medidas tecnológicas encaminadas a conseguir una justicia más ágil, más eficiente y en estos tiempos más segura pero que podrían llevar a perder la esencia del derecho, especialmente en la jurisdicción penal.
La transformación digital ha traído a los juzgados juicios telemáticos, declaraciones por videconferencia a través de aplicaciones como Zoom, consultas virtuales, funcionarios que teletrabajan o el uso ya consolidado del sistema de comunicaciones telemáticas entre juzgados y abogados denominado Lexnet.
Los modos de trabajar de todos los actores de la Administración de Justicia, tanto jueces como fiscales, abogados o procuradores, han cambiado de golpe en un año a marchas forzadas. Lo que antes era una declaración en calabozos entre un detenido y su abogado ha pasado en muchas ocasiones a realizarse a través de una videoconferencia, lo que implica más seguridad frente al Covid pero la pérdida de principios del derecho como son el principio de inmediación, contradicción y oralidad.
Las medidas tecnológicas conllevan un halo de luces y sombras a los tribunales. "Nos ha obligado a meternos en el Siglo XXI y en el Siglo de la Comunicación de prisa y corriendo", ha destacado a Europa Press el abogado penalista Juan Gonzalo Ospina, del despacho Ospina Abogados.
Ve con buenos ojos la incorporación de ciertas aplicaciones tecnológicas y cree que hay que "seguir mejorando" para hacerlas más ágiles. "Para los abogados es muy positivo no tener que ir a los juzgados o a Plaza de Castilla teniendo en cuenta los retrasos que suele haber. Pierdes a veces toda la mañana. Con las declaraciones virtuales se puede seguir trabajando y estar pendiente del ordenador", ha señalado.
El letrado apuesta por "seguir en esta dirección" y mantener juicios telemáticos en algunos casos, como en la jurisdicción de lo Mercantil, si bien en otros cree que es mejor seguir salvaguardando los principios de inmediación, oralidad y contradicción con los testigos y las partes.
También aplaude el buen trabajo realizado en relación a las distancias de seguridad impuestas en los órganos judiciales, así como el trabajo de los funcionarios a la hora de intentar "con mano izquierda" trasladar a los ciudadanos nuevas medidas como por ejemplo que solo pueden entrar en las sedes judiciales las personas citadas.
Ospina ha recalcado que hay "una gran voluntad" por parte de todos los actores de la Justicia para intentar cuidar "nuestra salud y trabajar con nuevas medidas", de las que ha dicho que en ocasiones son algo "insuficientes".
Al respecto, critica por ejemplo los retrasos que se producen en ocasiones a las puertas de los juzgados y que llevan a aglomeraciones de hasta veinte personas como los ocurridos en los juzgados de Julián Camarillo de la capital.
En este punto, opina que sería útil para estos casos incorporar aplicaciones móviles como las usadas en los aeropuertos para saber si un juicio está en hora. "Con voluntad política, más allá de la búsqueda de recursos económicos, podemos tener una Justicia de calidad", ha reseñado.
"La Justicia penal no ha parado y se ha hecho una labor encomiable por parte de jueces, funcionarios y fiscales asistiendo a guardias en plena pandemia. Ha habido más luces por la parte humana pero también hay sombras desde el punto de vista de los medios y las leyes que tenemos y que se tienen que mejorar para que haya una justicia más ágil y de calidad", ha agregado.
EN PELIGRO, LA ESENCIA DEL DERECHO
Otro abogado penalista, Juan Manuel Medina, contempla con preocupación que algunas de las medidas impuestas por la pandemia hayan llegado para quedarse. "La Justicia tiene que entrar en la era digital pero espero que ciertas cosas no se queden de manera definitiva porque se pierde la esencia del derecho. Yo prefiero ir a comisaría a tomar declaración a mi cliente", ha recalcado.
Elogia por ejemplo los beneficios del sistema Lexnet, pero recela de las declaraciones telemáticas por videconferencia al perderse el lenguaje no verbal, que aporta información que se pierde a través de una pantalla.
"En plena pandemia, las declaraciones virtuales sin presencia de un abogado estaban bien pero como penalista creo que se deterioran ciertos derechos. Cuando interrogas a un testigo o a un detenido por videconferencia se pierden muchos detalles, muchos gestos y encima peor con una mascarilla. Se pierde la esencia del derecho", ha aseverado.
Desde el punto de vista de los trámites, Medina considera que muchas medidas son útiles para evitar "la odisea" que se vive en muchas ocasiones en los tribunales cuando no te dejan entrar en el juzgado o en la secretaría para acceder a un sumario, dado que "hay juzgados que se niegan a entrar en la era digital".
VALOR HUMANO
Hace unas semanas, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Celso Rodríguez, aseguró durante la presentación de la Memorial Anual correspondiente al año 2020 que, frente a los intentos de robotización judicial, hay que "seguir apostando por la Justicia con valor humano", "una administración de Justicia por y para las personas que tenga rostro humano".
Rodríguez en el transcurso de su intervención destacó que en la tramitación de los expedientes judiciales, durante los últimos meses se ha experimentado "el necesario salto cualitativo".
En la Memoria se recoge que el año 2020 representa en el camino de la modernización tecnológica en los órganos judiciales de la Comunidad de Madrid, un considerable hito.
"Todos los impulsos iniciados se enmarcan en el objetivo global de la construcción del Expediente Judicial Electrónico, para cuya consecución es necesario ir desarrollando la infraestructura técnica de soporte", señala.
Por su parte, el decano del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), José María Alonso, ha apostado en diversas intervenciones en incrementar "los esfuerzos en cuanto a la digitalización y telematización de asuntos".
Considera que se ha hecho "una importante labor" y destaca que no se pueden olvidar "las complicaciones que supone a la hora de mantener todas las garantías para los justiciables".
Desde el ICAM exponen que "de las 124.606 actuaciones/señalamientos celebradas por los juzgados en el año 2020, tan sólo un 20,5% se canalizaron por medios telemáticos", lo que indica que se debe "continuar avanzando, siempre y cuando no suponga una merma en cuanto a las garantías procesales".
Ahora bien, José María Alonso matiza que el orden Penal tiene una idiosincrasia propia que no hay que obviar a la hora de implementar métodos digitales.
MODERNIZACIÓN EN MARCHA
Desde la Comunidad de Madrid destacan que "el primer año de la pandemia ha acelerado los planes de modernización de la Comunidad de Madrid para el Servicio de la Administración de Justicia en la región".
En 2020 se ha incrementado en 10 puntos, hasta el 46%, el número de asuntos registrados telemáticamente en los órganos judiciales, mientras que la cifra de documentos firmados electrónicamente por parte de jueces y magistrados casi se ha cuadriplicado, hasta los 4,2 millones de documentos.
El 100% de los jueces, letrados y fiscales de la región ya pueden teletrabajar gracias a los ordenadores portátiles con conexiones seguras que les ha proporcionado la Comunidad de Madrid. Además, ya se han entregado este año 2.500 portátiles a funcionarios.
La Comunidad de Madrid ha invertido en estos proyectos de modernización 16,5 millones de euros en 2020 y, en total, 85,5 millones de euros entre 2015 y 2020.
