El presunto asesino de María Mercedes es consciente de la "gravedad de los hechos" y está "totalmente arrepentido"

MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

Larquin R.N., el presunto asesino de la niña María Mercedes apuñalada el 25 de julio en su domicilio del distrito madrileño de Vallecas, es consciente de la "gravedad de los hechos" y está "totalmente arrepentido", según afirmaron hoy sus abogados.

El presunto autor de la muerte de la menor declaró hoy por primera vez ante el juez titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid, testimonio que no ha trascendido ya que sobre el caso pesa el secreto de sumario.

Aunque la citación estaba fijada para mediodía, finalmente fue hacia las 13 horas cuando el acusado, que se encuentra en la cárcel de Valdemoro, declaró ante el juez, sus abogados defensores, Javier Oses y Soraya Laborda, del estudio Costa 9 de Zaragoza; y la acusación particular, ejercida por Cynthia Favero, del Bufete Jurídico Internacional Sentencia.

Según ésta última, la madre de la menor, Felicita Amalia Saviñón, no acudió a los juzgados de Plaza de Castilla al encontrarse aún en la República Dominicana, donde los restos de su hija fueron repatriados el pasado 1 de agosto.

A la salida de la vista, tras sólo quince minutos de comparecencia, los abogados defensores explicaron que "se mantiene el secreto de sumario", por lo que no pudieron facilitar detalles, pese a que se esperaba que hoy se pudiesen saber más datos sobre la autopsia, la declaración, el móvil del presunto asesino, las diligencias probatorias y el arma utilizada.

SUFRE DEPRESIÓN

En cualquier caso, Laborda indicó que su defendido está "muy afectado", que "reconoce la gravedad de los hechos" y que se halla "totalmente arrepentido". Además, sufre una "fuerte depresión" por lo que se le han aplicado los protocolos de prevención de suicidio. De momento, es probable que continúe en la cárcel de Valdemoro, adonde fue trasladado desde Zaragoza, aunque el deseo de sus defensores es que pueda volver a Zuera, a tan sólo 40 kilómetros de la capital aragonesa.

Con respecto a la declaración prestada ante la policía de Zaragoza el 26 de agosto, al día siguiente del suceso, en la que Larquin R.N. habría reconocido su culpabilidad, los letrados tan sólo se remitieron a la información publicada por los medios de comunicación pero sin poder confirmar la veracidad de los datos.

Por su parte, Favero aseguró que la acusación "mantendrá la figura de asesinato" independientemente de la declaración de hoy, alegando la "indefensión de la menor", que presuntamente se habría tenido que defender del hombre, de 28 años de edad y gran corpulencia física. Antes de entrar en el juzgado, la representante de la acusación particular manifestó su intención de solicitar la ratificación de la prisión provisional.

ASESINATO EN VALLECAS

El pasado 25 de julio hacia las 8.45 horas, María de las Mercedes, de doce años y nacionalidad dominicana, fue hallada muerta en su domicilio del distrito de Vallecas por heridas de arma blanca, una de ellas asestada en el corazón, según informaron fuentes policiales. Pese a los intentos del Samur por reanimarla de su parada cardiorrespiratoria, los sanitarios no pudieron hacer nada por su vida.

El asesino se dio a la fuga, según el testimonio de algunos vecinos del inmueble, que salieron al oír los gritos de auxilio de la niña, a quien encontraron ensangrentada en el portal. La madre, que llevaba cinco años en España, se encontraba en esos momentos en su trabajo, en una residencia de la tercera edad. Tras recibir el aviso regresó inmediatamente a su casa, donde tuvo que ser atendida por un ataque de ansiedad.

Según los vecinos, la mujer y su hija, una "estudiante brillante", vivían desde hacía poco tiempo en el edificio y nunca había llamado la atención por ningún tipo de peleas. Después se supo que el presunto agresor, también dominicano y en situación regular en España, era ex pareja de una de las tías de la pequeña y estaba realquilado en la casa.

Al día siguiente de los hechos, Larquin R.N. se entregó voluntariamente en una comisaría de Zaragoza, ciudad adonde se había desplazado por contar con familiares residentes, quienes le buscaron la asistencia jurídica. Ante la policía y su abogado de oficio, el ahora acusado se declaró autor del homicidio y, tras comprobar que sobre él pesaba una orden de búsqueda y captura, fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza.

Según el auto del Juzgado de Instrucción número 5 de la capital aragonesa, concurrían indicios suficientes de la autoría de los hechos porque el imputado compareció voluntariamente y se autoinculpó "de forma espontánea". Además, se entendió que era preciso su ingreso en prisión por su falta de arraigo social, la pena que se le puede imponer y el riesgo de fuga.

Asimismo, en el documento se explicaba que el acusado volvió a su domicilio tras haber consumido cocaína y alcohol en una discoteca. En la cocina coincidió con la menor en un momento en que ambos estaban solos en la vivienda donde, "súbitamente", acuchilló en el pecho a la niña, causándole la muerte.

Ante estos hechos, el juzgado decretó prisión provisional sin fianza y apreció la "circunstancia cualificativa específica de alevosía" al haber agredido a una menor. Fue trasladado al centro penitenciario de Zuera, desde donde después le desplazaron a Valdemoro.