Rouco señala la "santidad" como denominador común de Juan Pablo II y Benedicto XVI

Rouco y Botella en la inauguración de la exposición 'El altar de Dios'
EUROPA PRESS
Europa Press Madrid
Actualizado: miércoles, 13 febrero 2013 16:16

MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha señalado la "santidad" como denominador común de Juan Pablo II y Benedicto XVI, unas declaraciones hechas en la inauguración de la exposición dedicada al Papa Wojtyla en la Casa de Vacas del Retiro, donde ha estado acompañado por la alcaldesa madrileña, Ana Botella.

Bajo el lema 'Al altar de Dios' se presenta esta muestra fotográfica que hace un recorrido por el Papado de Juan Pablo II, de quien ha destacado puntos en común con Benedicto XVI, como la santidad. "Santo es el que sabe levantarse", ha afirmado Rouco Varela.

La muestra, inaugurada este Miércoles de Ceniza y abierta hasta el 27 de marzo, hace un repaso por alguno de los viajes que hizo Juan Pablo II por 106 países del mundo. "Se le ve cercano a los niños, a los pobres, a los enfermos, sin miedo, valiente aun al borde del martirio, por no decir que lo vivió", ha destacado el Cardenal Arzobispo de Madrid.

La alcaldesa, por su parte, ha comenzado su intervención confesando su "tristeza" y "conmoción" ante el anuncio del Papa Benedicto XVI, de quien ha destacado la "calidez" del que "posiblemente sea el mayor intelectual del mundo. También ha deseado salud al Santo Padre.

A renglón seguido ha hecho una descripción de lo que sintió ante Juan Pablo II, a quien conoció en persona. "Las recuerdo todas porque fueron algunos de los momentos más importantes de mi vida. En la Santa Sede, en 1985, o en Madrid, en la Misa celebrada en la Plaza de Colón en el año 2003, durante su última visita a España, o en la Santa Sede en 2004", ha señalado para destacar su "humildad, cercanía y la profundidad de sus convicciones".

Tampoco se ha olvidado del papel del "Papa de los jóvenes, el Papa de la gente, el Papa misionero" "ante la tiranía y el totalitarismo, su generosidad y perdón ante quien intentó acabar con su vida o su valentía ante la enfermedad". A lo largo de su Pontificado, Juan Pablo II vino cinco veces a España, y en tres de esos viajes visitó Madrid.

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