Tribunales.- Dieciséis policías declaran que las denuncias de los comerciantes chinos perseguían evitar la vigilancia

Algunos de los denunciantes pertenecían a una red ilegal internacional de tarjetas de crédito que operaba en Madrid

Europa Press Madrid
Actualizado: viernes, 28 marzo 2008 18:18

MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

Dieciséis agentes adscritos a la Brigada de Seguridad Ciudadana del servicio de noche de Madrid, conocidos como Los Centauros, declararon hoy ante la jueza María Luz Reyes que las denuncias interpuestas por varios comerciantes chinos de Usera contra cuatro agentes de esta unidad policial perseguían evitar la presión policial por el operativo de vigilancia desplegado ante las sospechas de que podrían formar parte de una red ilegal de falsificación de tarjetas de crédito.

A los imputados en este procedimiento, tres Centauros y un inspector, se les acusa de delitos de amenazas y coacciones enmarcadas en los registros que llevó a cabo la Brigada de Seguridad desde febrero de 2007 sobre diversos locutorios, restaurantes y salones de té regentados por ciudadanos orientales.

Los comerciantes estaban siendo vigilados a consecuencia del asesinato de un compatriota en un local de Santa Eugenia y otro en el karaoke 'Do, Re, Mi', en el centro de Madrid. Éste último había sido ya investigado en el marco en la llamada 'operación Carnicería', en la que se arrestaron a cuatro personas acusadas de extorsionar y agredir a compatriotas chinos.

La dueña de este local, Fei Fei Jin, fue una de las denunciantes. Posteriormente, se la detuvo por ser la cabecilla de la red internacional de falsificación de tarjetas. Se encargaba de coordinar los grupos que integraban esta banda.

A su vez, los agentes investigados se querellaron contra los compañeros de Asuntos Internos que les arrestaron a raíz de las denuncias de los ciudadanos chinos por un presunto delito de detención ilegal. La jueza Reyes acumuló este procedimiento en la causa judicial abierta contra los Centauros.

IRREGULARIDADES EN LAS DENUNCIAS

Durante más de de cuatro horas, los agentes que desfilaron ante la titular del Juzgado de Instrucción número 44 de Madrid coincidieron en sus manifestaciones. El abogado defensor, José María Garzón, aseguró a Europa Press que los testimonios ofrecidos por los testigos demuestran "las numerosas irregularidades" detectadas en las denuncias de los comerciantes.

"Hay errores en las ubicaciones de los locales, en el 'modus operandi' de los policías y en las supuestas agresiones a las que fueron sometidos", remarcó Garzón, quien hizo hincapié en que la investigación está produciendo "desánimo" entre los imputados y sus compañeros para seguir en sus pesquisas contra la supuesta mafia china.

La versión de los testigos coincide con un informe realizado por el Grupo XX de Crimen Organizado tras la desarticulación de la red ilegal de falsificación de tarjetas. En el informe se daba cuenta de la posibilidad de que las denuncias fueran "fraudulentas o maliciosas con el fin de evitar la presión a la que estaban siendo sometidos mediante los registros y las identificaciones frecuentes".

ROBOS Y CACHEOS

Según los comerciantes, los policías entraban de paisano a los locales, mientras que otro grupo uniformado esperaba en la calle. En el interior, los agentes les solicitaban la documentación y se salían fuera para comprobarla. En ese momento, se hacían con el dinero en efectivo, sin que los comerciantes se percatasen del robo.

Entre marzo y febrero, algunos de los propietarios de los establecimientos denunciaron a los agentes y a su inspector. Les acusaban de robarles al menos 5.700 euros y de someterles a cacheos, en los que presuntamente les sustraían el dinero en efectivo de sus carteras.

En el mimo periodo al que se referían los denunciantes, los agentes investigados vigilaban a varios orientales, chinos y malayos, así como a los locales que regentaban ante las sospechas de que podrían forman parte de una red ilegal de falsificación de tarjetas de crédito.

Gracias a la investigación de los agentes detenidos, la Policía certificó que algunos de los denunciantes pertenecían a una red ilegal internacional de tarjetas de crédito que operaba en Madrid. En concreto, se detuvo a dos españoles, seis chinos y otros seis naturales de Malasia.

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