Tribunales.- Un rumano acusado de secuestrar a un compatriota admite que le extorsionó para que cometiera robos

Alin S., acusado de secuestrar, amenazar y abusar sexualmente de un compatriota en octubre de 2006, admitió hoy ante la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid que extorsionó, junto con su tío, a un compatriota para que cometiera actos delictivos para su beneficio.

El procesado, de nacionalidad rumana, reconoció que él y su tío mantuvieron al hombre retenido en un hostal en contra de su voluntad durante varios días hasta que éste accedió a realizar los robos que le indicaron para saldar, según dijo, una deuda que había contraído con ellos por el mero hecho de haberle alojado.

El acusado, que se enfrenta a 28 años de prisión, insistió en que ni participó en las palizas a las que fue objeto la víctima ni intervino en los abusos, incriminando en todo momento a su tío, que se encuentra actualmente en paradero desconocido.

Los hechos se remontan al 10 de octubre de 2006, cuando el procesado y su tío decidieron dar cobijo a Cristea V.M., también rumano, en el hostal donde se alojaban y retenerle bajo la amenaza de que si no cometía robos para ellos le matarían.

Ante su negativa, Alin S. y su tío le encerraron en la habitación del hostal y, en ocasiones, le negaron el alimento y la ingesta de líquidos. Provistos de dos armas, le amenazaron si pedía auxilio.

PALIZAS Y AMENAZAS

La víctima fue objeto de varias palizas por parte de sus captores durante los ocho días que estuvo secuestrado. Además, el procesado y el otro individuo abusaron sexualmente del hombre, aprovechando que estaba "muy debilitado" por las palizas.

Durante su testimonio, Cristea V.M. relató "el calvario" al que fue sometido y explicó a los magistrados que los hombres le chantajearon con mostrar a su familia en Rumanía varias fotografías "obscenas" que le obligaron a realizar.

El hombre relató que finalmente accedió a iniciar "la escalada" de robos que le facilitaran salir del hostal. Según indicó, se desplazó a Fuenlabrada, donde el acusado le instó a robar el bolso a una mujer.

El hombre se acercó a la señora, pero no llegó a atracarla y corrió en dirección opuesta para escapar de su captor. Tras ello, tomó un taxi y se trasladó a una comisaría para denunciar los hechos.

Un día después, agentes de la Policía Nacional procedieron a practicar la detención del acusado, quien se resistió "ferozmente lanzando patatas y manotadas a los agentes". Finalmente, Alin S. fue interceptado y reducido por otra patrulla.

Por estos hechos, la Fiscalía de Madrid reclama para el procesado 28 años de prisión por los delitos de agresión sexual, detención ilegal, amenazas, lesiones, resistencia y otra falta de lesiones.