MADRID 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha condenado al Instituto Madrileño de la Salud (IMSALUD) a indemnizar con 35.000 euros a los familiares de un paciente fallecido en febrero de 2004 debido a que los facultativos del Servicio de Cirugía del Hospital Ramón y Cajal de la capital no detectaron a tiempo una disección aórtica, una patología con una mortalidad del 90 por ciento si no se interviene a tiempo.
En una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, la Sección Octava de la Sala de lo Contencioso-Administrativo estima parcialmente un recurso interpuesto por la familia contra la negativa de la Comunidad de Madrid de indemnizarles con 200.000 euros por daños y perjuicios.
Los magistrados del TSJM aprecian la responsabilidad patrimonial de la Administración autonómica, al estimar que la demora en el diagnóstico le provocó "complicaciones postoperatorias" tras una primera intervención, realizada el 1 de abril de 2003, con diagnóstico erróneo, y "las secuelas" neurológicas y cardiológicas derivadas del empeoramiento de su estado de salud del paciente.
El enfermo, de 69 años, acudió el 13 de marzo de 2003 a las Urgencias del Ramón y Cajal por presentar un cuadro clínico de angor de esfuerzo, diagnosticándole una angina de pecho. Ese mismo día se le informó de que tenía la aorta dilatada y obstruida. Los facultativos procedieron a intervenirle el 1 de abril del mismo año, encontrándose que la artería estaba "disecada". Los cirujanos le implantaron una prótesis tubular.
Cuando el hombre se recuperó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), se le detectó la existencia de daño cerebral por la dificultad que presentaba al hablar. Se le realizó entonces una traqueotomía. Durante los meses posteriores, ingresó de nuevo en la UCI por varias infecciones, falleciendo el 4 de febrero de 2004.
Según los magistrados, el hombre sufrió "una encefalopatía difusa de origen anóxico" por fracaso multiorgánico tras la operación del 1 de abril. A juicio de la Sala, "si la cirugía cardiaca se hubiera llevado a cabo antes de producirse la disección aórtica, con el diagnóstico evaluado, es posible que hubiera podido realizarse la cirugía sin necesidad de parada circulatoria con hipotermia profunda y, por tanto, la probabilidad de que las complicaciones neurológicas hubieran sido menor".