MADRID 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
UGT solicitó hoy q la Consejería de Familia y Asuntos Sociales que flexibilice los criterios para que las unidades familiares que sufren las consecuencias de la crisis puedan cobrar la Renta Mínima de Inserción (RMI), dado el incremento de las solicitudes, "que en el 70 por ciento de los casos son desestimadas".
Durante el primer semestre de 2009, se ha observado un aumento de un 50 por ciento de estas peticiones, las familias perceptoras han pasado de 8.733 en el mismo período del pasado año a 9.299 en el actual y las concesiones por razones excepcionales, esto es por extrema necesidad sobrevenida, también han experimentado un incremento.
Otro dato significativo lo constituye el hecho de que entre 2002 y 2009 se han tramitado 23.455 solicitudes, de las cuales 10.127 corresponden al primer semestre de 2009.
El sindicato respondía así a los datos presentados hoy por la consejera de Familia y Asuntos Sociales, Engracia Hidalgo, que destacó que el Ejecutivo madrileño garantizará el próximo año la Renta Mínima de Inserción (RMI) a todas las familias madrileñas que cumplan los requisitos exigidos para la percepción de la misma.
LA RMI SE HA FEMINIZADO
La Renta Mínima de Inserción se ha feminizado, ya que el 66,66 por ciento son mujeres, y también el grupo de edad más joven, con 42 años de promedio. La mayoría de los titulares son parados (65,54 por ciento), el 51,81 con trabajo anterior y el 13,73 por ciento en busca del primer empleo. Entre los varones, hay mayor proporción de parados, con un 76,48 por cieno, mientras entre las mujeres este porcentaje alcanza el 60,06, según datos del sindicato.
La media de miembros por familia es de 2,83, que se corresponden con el cobro de 527,24 euros. En cuanto a la vivienda, las familias perceptoras que viven en régimen de alquiler rozan el 43 por ciento, seguidas de un 16,30 por ciento de familias que ocupan una vivienda cedida. Un 8,71 por ciento corresponde a familias que habitan en viviendas que no reúnen condiciones de habitabilidad y un 15,92 por ciento a familias o personas que viven en la calle, o en caravanas, centros de acogida, pensiones o viviendas comunitarias, lo que denota carencia e vivienda y, por lo tanto, condición de sin hogar.
Por ello, UGT-Madrid exige al Gobierno regional que flexibilice los criterios para la percepción de la RMI, "dado el aumento de los casos como consecuencia de la crisis, e incremente la cuantía de las ayudas, pues el nivel de vida en Madrid es más elevado que en otras comunidades autónomas". En este sentido, UGT rechazó que la Consejería de Familia y Asuntos Sociales "congele" el importe de esta prestación.
El sindicato también exige políticas públicas de inserción social destinadas a resolver posibles situaciones de necesidad y políticas de empleo "que favorezcan que estas personas encuentren un trabajo, imprescindible para su supervivencia".