MADRID 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los vecinos de la colonia Marconi, situada en el distrito de Villaverde, pidieron hoy al Ayuntamiento de Madrid una solución alternativa al problema de la prostitución que viven en la zona, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) confirmara el fallo judicial que declara ilegal el cierre al tráfico de la zona durante la noche, decretado por el Consistorio en agosto de 2005.
La portavoz de la Asociación de Vecinos La Resina de la colonia Marconi, Mabel Díaz, explicó hoy a Europa Press que "la medida de cerrar el paso a los coches que no sean de vecinos ha dado resultado, ha funcionado, porque ahora hay mucha menos delincuencia". Por eso, los vecinos del barrio consideran que "no es una buena idea" que se declare ilegal el cierre.
"Yo no sé nada de si la medida atenta contra una cosa o contra otra, y soy consciente de que, cuando se aprobó el cierre al tráfico, fue una decisión muy polémica, pero creo que si se quita ahora esto al menos debería plantearse algo alternativo", razonó Díaz.
Según la representante vecinal, "lo que no se puede hacer es que, existiendo un problema como éste que existe y que afecta a todos los vecinos en gran medida, se abandone todo, que se quite lo único que había hasta ahora sin ofrecer ninguna otra solución alternativa".
"Como ciudadanos de un barrio que tiene los problemas que tiene, nos parece mal que se quite una medida, que puede que no fuera la mejor, pero que se haga sin poner otra, que se deje todo en situación de abandono", apostilló Díaz, añadiendo que "lo que se tiene que hacer es legislar la prostitución: prohibirla en la vía pública, darles a las prostitutas sus sitios propios".
CONVIVENCIA PACÍFICA
Con respecto a la convivencia entre prostitutas y vecinos en la colonia Marconi desde el cierre de la Casa de Campo el pasado 6 de julio, cuando muchas de las meretrices se trasladaron a Villaverde, Díaz aseguró que "es pacífica".
"La verdad es que estamos funcionando sorprendentemente bien desde que nos reunimos a hablar con las prostitutas", explicó la portavoz vecinal, añadiendo que, después de fijar con la Policía y la delegación del Gobierno la presencia policial en la zona, los vecinos decidieron "hacer algo más", conscientes por experiencias anteriores "de que con policías sólo no se soluciona nada".
Así pues, la Asociación de Vecinos se reunió y decidió comenzar los 'paseos' para ocupar los espacios de la vía pública donde no querían que ejercieran las prostitutas. "Las que se ponían en esas zonas, cerca de las casas, eran las nuevas, las que vinieron de la Casa de Campo, y cuando empezamos a pasear eso les molestaba porque no podían ejercer", argumentó Díaz.
Entonces, ambos colectivos dialogaron y explicaron sus circunstancias y motivos mutuamente, de lo que surgió un acuerdo para que las prostitutas trabajaran lejos de las casas, hacia el polígono, y que así los vecinos las dejaran tranquilas.
"Al principio no hacían caso, pero las antiguas se lo decían, que no se pusieran ahí, que si no los vecinos se molestaban y no podría trabajar ninguna. Y entonces preguntaban dónde podían ponerse, y les explicábamos dónde, cómo vestir, cómo comportarse en las zonas donde estaban los vecinos", añadió Díaz.
A raíz de esto, los vecinos editaron 300 ejemplares de un panfleto para repartir entre las prostitutas, explicándoles "que no debían tirar los preservativos o las agujas al suelo, que no hicieran sus necesidades en la calle, que no ejercieran delante de los niños o cerca de los colegios, que se no pusieran en las rutas de los autobuses escolares y ese tipo de cosas".
Para repartirlos contaron la ayuda de las propias prostitutas con más experiencia trabajando en el barrio, que incluso "traducían al inglés o al idioma que pudieran para las que no hablan español", subrayó la portavoz vecinal.
"Sin embargo, el que las cosas vayan funcionando bien no quita que alguna vez alguna se ponga donde no debe, aunque en general ellas mismas se controlan las unas a las otras, sobre todo a las nuevas que llegan y no lo saben, e incluso alguna vez se han ofrecido a unirse a los paseos con nosotros", añadió Díaz.
Así, los vecinos de la colonia Marconi han conseguido "ciertos espacios que están bastante limpios", aunque como explicó la portavoz del colectivo Hetaira, Cristina Garaizábal, a Europa Press, "aunque el acuerdo con los vecinos está ahí, sigue cumpliéndose, el problema es que si el Ayuntamiento no está presente en este tipo de soluciones los acuerdos están condenados a no prosperar y a no servir para nada".