Una farmacéutica muestra una mascarilla en la Farmacia CEA, una de las 2.882 farmacias madrileñas
Una farmacéutica muestra una mascarilla en la Farmacia CEA, una de las 2.882 farmacias madrileñas - Eduardo Parra - Europa Press
Actualizado: jueves, 14 mayo 2020 17:06

MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -

Varias asociaciones de vecinos se han organizado para recolectar las mascarillas distribuidas por la Comunidad de Madrid entre los ciudadanos que han querido donarlas para los profesionales de los centros de salud, hospitales y residencias más cercanos, quienes las están aceptando pese a las dudas sobre su efectividad.

Entre ellas, la Asociación de Vecinos de Méndez Álvaro, tras ponerse en contacto con el Centro de Salud Legazpi y confirmar "su necesidad de mascarillas FFP2", invitó a sus miembros a donarlas en una de las farmacias de la zona.

En declaraciones a Europa Press, una enfermera del Centro de Salud Legazpi, Elena González, ha confirmado que ya han recibido 60 mascarillas FFP2 de vecinos de Legazpi y que en los próximos días ella misma retirará en la farmacia las recolectadas por los de Méndez Álvaro.

"Ahora sí tenemos, no es como al principio, pero no sabes en qué momento van a faltar", ha señalado González para explicar por qué las están aceptando de momento para guardarlas, ya que van recibiendo material, aunque "con cuentagotas".

González ha señalado que ahora "no se saben si valen o no", en alusión a las dudas sobre la eficacia de la mascarilla. "Entre no tener nada y algo...", ha agregado, para indicar que si finalmente no tuviera el nivel de protección de una FFP2 la utilizarían con una quirúrgica debajo.

Según ha recordado, ya tuvo que trabajar con mascarillas que posteriormente fueron retiradas porque eran defectuosas y "las orejas era para perderlas", por lo que prefería utilizar dos quirúrgicas para trabajar con pacientes con Covid-19.

Igualmente, en el Centro de Salud Legazpi están utilizando pantallas donadas por los vecinos fabricadas con impresoras 3D porque "las homologadas están pedidas pero traídas no", y las gafas se empeñan y son más incómodas para trabajar.

También tuvieron que utilizar batas fabricadas con bolsas de basura donadas por la Asociación de Vecinos de Méndez Álvaro y siguen guardando las que les sobraron, así como desinfectando con lejía los buzos, que llegan "muy contados".

"Hacemos una utilización como de monjas de los años 50, lo guardamos todo, lo cogemos todo y lo reciclamos todo", ha resumido.

CAMPAÑA DE AME

Por su parte, la presidenta de la Asociación Madrileña de Enfermería (AME), Alda Recas, ha destacado que no esperaban el "boom" que tuvo de la campaña que lanzaron en redes sociales 'Apadrina a un profesional de la sanidad', bajo el hashtag #MadridDonaFFp2.

El mensaje de AME era: "Dona tu FFP2 a un sanitario y evita que tenga que trabajar sin ellas cuando no se les dota o usar la misma durante varios días seguidos. Usa mascarilla quirúrgica al salir a la calle y mantén la distancia social. Es suficiente".

"Esta campaña la hicimos para llamar la atención sobre la falta de material que hemos tenido durante todos estos meses de la emergencia y la que seguimos teniendo. Era una llamada de atención sobre todo a la presidenta de la Comunidad porque estas mascarillas no son necesarias para la población en general sino para los trabajadores sanitarios, no esperábamos el boom que vino después", ha manifestado Recas en declaraciones a Europa Press.

Tras destacar que la gente de Madrid ha sido "muy solidaria", ha señalado que han recibido "muchísimos mensajes" por Twitter y Facebook y llamadas de personas para ver cómo podían donar. "Decidimos que la mejor opción por tema de distancia social era o dejarlas en la farmacia y que ellos se encargaran o acercarla a un centro de salud, a una residencia o a un hospital cercano siempre con todas las medidas higiénicas y de distancia", ha indicado.

Recas ha constatado que "por las últimas noticias resulta que estas mascarillas no parece que sean lo que dijeron que eran entonces", en cuanto al auténtico nivel de protección, por lo que están "pendientes de que salgan los análisis, de si realmente es una FFP2".

"Si ya antes estas mascarillas no eran aptas para la población en general, ahora ya desde la asociación estamos muy preocupados, porque si estas mascarillas se las pone la población general pensando que están súper protegidos, como dice nuestra presidenta, piensan que tienen una FFP2, los distanciamientos sociales se minimizan porque les da esa seguridad falsa y resulta que no es realmente esa clase de mascarilla, vamos a tener un problema bastante importante", ha advertido.

"Los profesionales estamos acostumbrados a que nos den poca calidad, ya tenemos nuestras mañas para trabajar con esa clase de mascarillas", ha agregado, y ha apostillado que cuando una mascarilla FFP2 resulta de poca calidad se ponen una quirúrgica con ella. "Nosotros sí pensamos que estas mascarillas no son FFP2", ha precisado, aunque ha agregado que "hay que ser cautos, hay que esperar a los análisis", a pesar de que lo intuyen al tocarla.

En cualquier caso, ha recalcado que "la campaña sigue, y está siendo un éxito", con gente donando en los centros de salud y en los hospitales y asociaciones vecinales organizándose para recibirlas, como en Vallecas, Valdemoro y Lavapiés, ha indicado.

"Es algo muy bonito y algo muy significativo que la población entiende mejor los mensajes que nuestra propia presidenta", ha zanjado.

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