MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
La propuesta de la Comisión Europea para reducir a 130 gramos por kilómetro las emisiones de CO2 de los automóviles supondrá un coste adicional de entre 500 y 1.000 euros por vehículo, según un informe de la consultora Roland Berger, en el que se destaca que la industria europea es capaz de lograr los niveles exigidos, "eso sí, a un alto coste".
Según este estudio, la adopción de la tecnología necesaria para conseguir adaptar los niveles de emisiones a los requerimientos de Bruselas conlleva estos costes adicionales, que condicionan "poderosamente" la decisión de compra.
En este sentido, indica que la fabricación de coches "saludables" para el medio ambiente está asociada a unos costes elevados, sobre todo en I+D, que "inexorablemente" tendrá que asumir el consumidor final.
"El problema reside en que el cliente no siempre va a estar dispuesto a pagar más por un producto sostenible", añade el informe, que destaca que las marcas, salvo Toyota, no han enfocado las acciones de comunicación de marketing por el momento hacia el medio ambiente y la sostenibilidad.
Asimismo, Roland Berger indica que sólo el uso de tecnologías híbridas no será suficiente para reducir los actuales niveles de emisiones de CO2. "Alcanzar la cifra deseada pasará por el empleo de varias tecnologías", explicó el responsable del área de automoción de la consultora, Fernando Pérez.
Por ello, la industria de automoción debe continuar desarrollando motores más eficientes y menos contaminantes, vehículos menos pesados y motores más pequeños. Esta vía debe completarse con otra, consistente en el empleo de combustibles más limpios.
El informe incide en que las exigencias del Ejecutivo comunitario tendrán también repercusiones en la industria auxiliar. "La lucha de poder que tradicionalmente ha enfrentado a fabricantes y proveedores tendrá que sustituirse por un desarrollo conjunto de soluciones técnicas eficientes, capaces de ahorrar costes y reducir las emisiones contaminantes", agrega.
