Publicado 20/06/2019 14:31

El 63% de los conductores no es consciente de la presencia de ciclistas al adelantarlos

Valladolid.- Un grupo de ciclistas por las carreteras de Valladolid
EUROPA PRESS - Archivo


En 2017, los usuarios de bicicleta se vieron implicados en 8.065 accidentes en los que fallecieron 78 ciclistas

MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un 63% de los conductores españoles afirma que, tras adelantar a un ciclista con chaleco reflectante en ciudad, no es consciente de la presencia de este, pues declara no recordar haberle visto. Por el contrario, solo el 37% tiene en mente haber percibido a este usuario vulnerable al hacer la maniobra, pero de éstos, un 79% niega percibir algún riesgo al hacerlo.

Así lo pone de manifiesto el informe 'La atención en la conducción: ciclistas invisibles para los conductores', elaborado por Fundación Mapfre y Bosch España, que se ha presentado este jueves en Madrid.

El estudio es el resultado de una encuesta realizada a 1.031 conductores que han adelantado a un ciclista en una calle, y se complementa con un análisis realizado a 15 conductores entre 20 y 57 años a los que se ha monitorizado para estudiar su conducta al volante y ver si los datos coinciden con las respuestas de los participantes.

El informe también recoge las respuestas de los conductores cuando adelantan a un ciclista sin chaleco. En este caso, aumenta el número de conductores que no recuerda haber visto al ciclista, hasta un 75%. Y de los que, por el contrario, sí fueron conscientes de su presencia (25%), la gran mayoría (85%) no consideró que hubiese algún riesgo al cruzarse con este usuario vulnerable.

"Los conductores presentan mayor percepción de conciencia con el ciclista con chaleco y conducen con más precaución y distancia, mientras que los conductores con el ciclista sin chaleco, conducen de manera más agresiva ya que perciben al ciclista como un elemento que invade su espacio y ello parece propiciar una toma de decisión más teñida por la agresividad", concluye el estudio.

MONITORIZACIÓN DE LOS CONDUCTORES

El estudio se complementa con un análisis realizado a 15 conductores entre 20 y 57 años a los que se ha monitorizado para estudiar su conducta al volante. De la monitorización se extrae que, para el caso en el que el ciclista no llevaba chaleco, el conductor realizó una visualización efectiva de la bicicleta de un 27%, en otras palabras, inconsciente o conscientemente, pudo visualizar la aparición de la bicicleta durante, al menos, 1,5 segundos.

Por otro lado, hubo un 73% que no realizó una visualización efectiva lo que quiere decir que no es consciente de haber adelantado al ciclista e hizo la maniobra de manera totalmente inconsciente y automática. Las respuestas neurofisiológicas también permitieron conocer si el conductor había percibido alguna situación de peligro al rebasar al ciclista, obteniéndose que tan solo un 1% percibió una situación de riesgo.

Además, se observa que durante la conducción se produce un 33% de descenso de la atención de los conductores con respecto a los elementos externos. La atención cognitiva de los mismos se reduce en un 9,8%, hecho que propicia la falta de consciencia de la situación.

Estos resultados son similares cuando se pregunta a los participantes en el experimento. Así, un 23,1% respondieron que sí habían visto al ciclista, mientras que un 76,9% contestaron de manera negativa. En cuanto a la percepción de algún tipo de riesgo al adelantar al ciclista, solamente un 3,9% contestaron de manera afirmativa.

Durante la monitorización, cuando el ciclista llevaba chaleco reflectante, aumentó la visualización efectiva hasta un 39%, 12 puntos más frente al ciclista sin chaleco. Asimismo, con respecto a la percepción del riesgo, un 8% percibieron el riesgo como tal, lo que supuso un aumento 7 puntos con respecto al caso en el que el ciclista no llevaba chaleco.

Los datos también recogen que se produce un descenso del 47% en la atención cognitiva del conductor sobre los objetos externos, ya que se focaliza sobre la bicicleta. Este efecto foco en la bicicleta, produce un aumento de la concentración en un 5,7% y un aumento de la frustración de un 4,1%.

A la hora de conocer lo que pensaban los conductores, un 35,4% confirmó verbalmente una visualización consciente del ciclista cuando interactuaron con él, teniendo chaleco reflectante, frente a un 64,6% que lo negaron. En la misma línea, solo el 7,8% reconoció verbalmente haber percibido algún riesgo al adelantarle, frente a un 92,2%, que dijeron que no.

TECNOLOGÍA PARA EVITAR ATROPELLOS A CICLISTAS

Durante la presentación del estudio, se ha mostrado cómo funciona un vehículo que tiene incorporado un sistema de frenada automática de emergencia con detección de ciclistas, y que ha sido desarrollado por Bosch.

Este sistema evita cualquier incidente grave y permite que el vehículo se detenga automáticamente. Durante la prueba, Fundación Mapfre y Bosch España han realizado una simulación con 'dummies' ciclistas que pasan por delante de un vehículo para demostrar la efectividad de este sistema ADAS, que cuenta con una cámara de vídeo estéreo que detecta una colisión inminente.

A continuación, el servofreno electromecánico iBooster de Bosch inicia la frenada completa en tan sólo 190 milisegundos, menos tiempo del que se tarda en parpadear dos veces. La frenada automática de emergencia está activa hasta una velocidad de 60 km/h y es capaz de reducir la velocidad de impacto en 40 km/h, lo que permite prevenir los accidentes con ciclistas que se producen en circulación urbana e interurbana.

Si se circula a una velocidad entre los 60 y los 80 km/h, el sistema avisará acústicamente al conductor en caso de riesgo inminente, para que éste pueda reaccionar en caso de no haber detectado al ciclista. El sistema es capaz de actuar tanto si el ciclista está circulando en sentido perpendicular al automóvil, por ejemplo, en cruces, como si lo hace longitudinalmente, es decir, en la misma dirección.

Según datos oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2017 los usuarios de bicicleta se vieron implicados en 8.065 accidentes en los que fallecieron 78 ciclistas, lo que representa un 4,2% de los 1.830 muertos totales de ese año. Además, 694 resultaron heridos hospitalizados y 7.035 fueron heridos no hospitalizados. Los accidentes se produjeron mayoritariamente en vías urbanas (72%). Y ese mismo año cuatro de los muertos ciclistas eran menores de 15 años.