El 25% de la población presenta algún tipo de alergia, la mayoría de ella a pólenes

Alergia
CLÍNICA LA LUZ
Actualizado: domingo, 30 marzo 2014 11:39

Aproximadamente el 30% de los pacientes alérgicos a pólenes de la Región padece síntomas casi todo el año

MURCIA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

El 25 por ciento de la población en la Región de Murcia padece algún tipo de alergia, ya sea a alimentos, medicamentos, gomas, parásitos (anisakis simplex), pólenes, ácaros del polvo, epitelios de animales domésticos, hongos aerógenos (mohos) o látex. Y es que en el área mediterránea la prevalencia de enfermedades alérgicas es mayor que en el resto de las comunidades autónomas españolas.

De todos ellos, los alérgenos más frecuentes en la Región son los pólenes, según explica el alergólogo y médico especialista en enfermedades alérgicas, Juan Antonio Pagán Alemán, quien apunta en declaraciones a Europa Press que esta alergia se inicia en los primeros años de la vida, de hecho, "es frecuente ver niños que a los dos años de edad y menos, tienen pruebas positivas a olivo, gramíneas y otros". Una frecuencia que se mantiene en el número de pacientes que comienzan a padecer polinosis (alergia al polen) hasta la tercera década de la vida; ya en la cuarta comienza a disminuir el número de pacientes que inician alergia a pólenes siendo muy raro que empiece a los 60-70 años.

En sentido clínico los síntomas afectan sobre todo a las vías respiratorias y conjuntiva ocular. La inflamación alérgica se produce al ponerse en contacto el polen presente en el aire (antígeno) con la inmunoglobulina IgE específica para este polen (anticuerpo), presente en las mucosa nasal, ocular, faríngea o bronquial del paciente alérgico, detalla el médico especialista en enfermedades alérgicas, quien añade que la unión del antígeno exterior con el anticuerpo de la mucosa (reacción antígeno-anticuerpo) libera potentes sustancias celulares que inflaman la mucosa ocasionando conjuntivitis, rinitis faringitis o asma bronquial.

En las tres últimas décadas, "las enfermedades alérgicas ambientales y concretamente la alergia a pólenes ha aumentado de forma significativa en número de pacientes y gravedad", se postula que se debe "a los factores genéticos hereditarios (atópia) o al cambio en la mejora de la higiene en los países industrializados (primer mundo)", donde se tratan de forma rápida y precisa con medicamentos, las enfermedades e infecciones. Según Pagán Alemán, también ha influido el calentamiento global, con amplios periodos de sequía que incrementan el número de pólenes que hay en el aire, así como las nuevas plantaciones urbanas y agrícolas "que han emergido en la bonanza de los últimos años", y "por supuesto a la contaminación ambiental que empeora los síntomas alérgicos".

En este sentido, hace hincapié, las partículas diesel que generan los motores en su combustión, el oxido de nitrógeno, el monóxido de carbono, dióxido de azufre y otros gases contaminantes, al pegarse al polen, "alteran su estructura liberando sus antígenos y transportándolos a zonas más profundas de los pulmones (árbol bronquial)". También se ha observado que las plantas de la familia de las gramíneas en zonas contaminadas, "presentan en sus granos de polen mayor contenido de alérgenos", afirma el experto.

Así mismo las infecciones virales sobre todo rinovirus, pueden inducir hiperreactividad bronquial en los pacientes alérgicos asmáticos, generando inflamación y contracción de los bronquios (broncoespasmo) "que los pacientes refieren como aumento de la fatiga".

SE PREVÉ QUE ENFERMEDADES ALÉRGICAS AUMENTEN EN PRÓXIMOS AÑOS

Por estos motivos, "en los últimos años ha aumentado en el aire el número y la permanencia de los pólenes conocidos de antaño y han emergido, con potencia en sentido de agresividad alérgica, el polen de ciprés y plátano acerifolia o plátano de sombra", que abunda en las antiguas carreteras para dar sombra. Recientemente, destaca, ambos árboles "se ha plantado bastante en jardines, calles de ciudades y urbanizaciones como árboles ornamentales y setos de ciprés". Así, señala, se prevé que las enfermedades alérgicas "sigan aumentando en los próximos años".

La polinización varía todos los años dependiendo de los factores ambientales como días de viento, humedad, sequía, pluviosidad o temperatura, indica. Desde el punto de vista clínico, los pólenes mas alergénicos en la Región son los de olivo (que poliniza de abril a junio), casi a la par los de gramíneas conocidas por los pacientes como 'grama', "algunas especies de estas plantas pueden polinizar en otras estaciones como ocurre con la caña común o carrizos (Phragmites comunis), que están polinizando en diciembre y enero".

En verano y otoño alcanzan niveles clínicos de sensibilidad los pólenes de 'Chenopodium' y 'Salsola', conocidos como 'cenizos' y 'salados'. El polen de parietaria, de nombre común 'pelusilla', suele alcanzar niveles de sensibilización desde febrero a julio aunque algunos pacientes alérgicos a esta familia de pólenes pueden padecer síntomas todo el año; la artemisia de nombre común 'bleos' poliniza en otoño, el ciprés lo hace desde noviembre a marzo y el plátano acerifolia de nombre común 'plátano de sombra o plátano falso' poliniza sobre todo en el mes de abril, aunque "todo ello depende de los factores climatológicos acontecidos ese año".

La mayoría de los pacientes son alérgicos a tres pólenes, con menor incidencia a cuatro y muy pocas veces a cinco pólenes de distintas familias, "por lo que algunos tienen síntomas todo el año". De hecho, asegura el médico especialista en enfermedades alérgicas, "aproximadamente el 30 por ciento de los pacientes alérgicos a pólenes de la Región padece síntomas casi todo el año". Estos pacientes denominados "polisensibilizados a pólenes" empeoran mucho los meses que se unen en el aire altas concentraciones de estos pólenes, "como sucede en primavera y parte del verano en los pacientes alérgicos a pólenes por ejemplo de olivo, gramíneas y chenopodiaceas".

Recientemente, afirma Pagán Alemán, "se ha descubierto que la mayoría de estos pacientes polisensibilizados, son alérgicos solo a una proteína (panalérgeno) presente en la estructura de los distintos pólenes que le producen alergia, y es la única responsable de su enfermedad". Estas proteínas se conocen entre otras con los nombres de 'profilinas', proteínas transportadoras de lípidos (LTP) o 'polcalcina'.

HISTORIA CLÍNICA Y PRUEBAS

El diagnóstico de estas enfermedades alérgicas a pólenes "se basa en una cuidadosa historia clínica y pruebas alérgicas en la piel con los alérgenos implicados", enfatiza el experto a Europa Press, quien reconoce que "algunos pacientes precisan también investigar en sangre inmunoglobulinas, alérgenos y otras determinaciones para cumplimentar el diagnóstico". Por ello, continúa, a veces es preciso realizar una citología de exudado nasal y esputo, estudios radiológicos, espirometrías para valorar la función pulmonar, rinometría o test de respuesta pulmonar a irritantes. "Con muy poca frecuencia se precisan pruebas alérgicas específicas de provocación en la mucosa del órgano responsable afectado", declara el alergólogo.

El tratamiento está basado en la evitación ambiental de los alérgenos responsables y en utilizar la medicación recomendada por el médico, "y en caso de no mejorar, acudir inmediatamente a un servicio de urgencias".

Pagán Alemán indica que la inmunoterapia específica (vacunas) con los alérgenos purificados actualmente por biología molecular ('Inmunoterapia a la carta'), "es a día de hoy muy efectiva", siendo el único tratamiento etiológico "que puede curar la enfermedad alérgica". Este tratamiento se acompaña de fármacos para controlar los síntomas como antihistamínicos, antileucotrienos, broncodilatadores y corticoides, y por supuesto, concluye, "pasará revisiones periódicas por el médico alergólogo que trate su enfermedad".