CARTAGENA (MURCIA), 1 (EUROPA PRESS)
"Estoy más nervioso que de costumbre, como si me casara el viernes". Así asegura el cantante de Arde Bogotá, Antonio García, que se encuentra a poco más de 72 horas de los dos conciertos que la banda cartagenera ofrecerá este viernes y sábado en el festival 'Cartagena Suena' donde los esperarán 30.000 personas.
La banda presentará un concierto "actualizado" de lo que fueron los del fin de gira y han anunciado "alguna cosa especial" por estar en Cartagena, "algo diferente u original". El que el grupo ya llama 'El show del eclipse', en referencia al que se muestra en la escenografía, tiene para ellos mucho sobre "contar una historia y tratar de ligar el repertorio de la banda dentro de un mismo mensaje".
Los dos conciertos, que para Jota Mercader, el batería, son "un hito a nivel personal", los afrontan con "responsabilidad" y con el objetivo de "hacer cosas que estén a la altura de lo que la gente quiere o de lo que nosotros pensamos que el público merece, que es la mejor versión de nuestra banda", explica García, para quien el recinto de la Cuesta del Batel "tiene un peso significativo muy real".
Antonio y Jota, junto a Daniel Sánchez, el guitarrista, han compartido las horas previas a los conciertos que les subirán al escenario del 'Cartagena Suena' con un grupo de periodistas de la Región a bordo un catamarán que ha realizado un recorrido por el mar de Cartagena, una tierra que no han abandonado porque "para montar una banda y profesionalizarla no hace falta irse a Madrid, se puede tener el local de ensayo en Cartagena y tener público" algo que aprendieron de bandas como M-Clan, Second o Viva Suecia cuya experiencia les hizo ver que "se puede hacer aquí, no hace falta irse a Madrid", explica Mercader. "En Murcia o Cartagena te encuentras con más gente que escucha tu música, que te conoce, o que te ayuda", ha reflexionado el batería.
La banda, a la que no ha podido acompañar el bajista, Pepe Esteban, convaleciente de una operación de apendicitis, ha recordado como su paso por las salas al comienzo de su carrera les ayudó "a descubrir qué funciona mejor con el público y con la banda" algo que aplican a los grandes recintos ya que hay "un efecto muro negro, a partir de la quinta fila no ves nada, tienes la certeza de que hay mucha gente pero no los ves y no sabes si les está gustando", explica el cantante, para el que "parte del trabajo es aprender a seguir emocionando en un espacio así".
La sensación de tocar en salas la recuperaron cuando actuaron en The Echo, en Los Angeles, en abril, donde, con instrumentos alquilados, el batería recuperó la adrenalina "que hacía tiempo que no sentía tan pura y que se echa de menos" algo que intentarán trasladar a escenarios más grandes. La experiencia en Sudamérica y Los Angeles, tocando en lugares donde son menos conocidos, les ayudó a relativizar su situación en la escena española y tener la sensación "de viajar al pasado y tener que ganarte al público", un ejercicio que consideran "muy valioso" y que les dejó con ganas de repetir, pero "sin compartir habitación", han bromeado.
Ahora, con un equipo de gente detrás también les preocupa "organizar muy bien las cosas para que el ambiente de trabajo sea 'super guapo' y se disfrute el pre, el durante y el post" de cada concierto.
El lidiar con la fama y con la carrera que han conseguido en tan poco tiempo "no tiene una fórmula", según García, quien considera que el ser una banda "permite ver cómo está el compañero y ayudar o ser ayudado" además de "tener una vida muy similar a la que teníamos cuando arrancamos, vamos los mismos bares y nos relacionamos casi con la misma gente, eso ayuda a ser la misma gente".
Conscientes de que en Cartagena la gente "tiene la banda por orgullo" celebran que su experiencia "sea inspiradora" para otras personas que comprueben que desde la ciudad portuaria es posible alcanzar sus metas. "Esperamos que pasar de tocar en la Sala Coyote a meter a 30.000 personas en El Batel sirva de gasolina para otras bandas que se formen en la ciudad", desea el batería.
Con un nuevo disco "previsto", pero sin fecha aún para entrar en el estudio, según ha explicado Sánchez, han querido organizar esta gira para poder componer "con tiempo, de manera tranquila y disfrutando del proceso". La banda quiere sacar "canciones que nos gusten a nosotros, como cuando estábamos en el Polígono de Santa Ana y no nos conocía ni nuestra madre".
De cara a las canciones que vendrán, García, ha explicado que están "intentando expandir el sonido y ser una banda más arriesgada, intentamos estirar los límites" y ya han dejado como muestra sus dos últimos temas 'La Torre Picasso' y 'Flores de venganza', que estrenaron en noviembre en el Palacio de los Deportes de Murcia.
Al 'Cartagena Suena' se subirán tras las actuaciones de Julia Cry, Luvra, Adiós Noviembre y Los Recortables, en un segundo escenario, y después de los shows de Hoonine y Las Dianas que les precederán en el escenario principal. Las 30.000 entradas que se pusieron a la venta para los dos conciertos se agotaron en 12 horas.