El forense determina que los dos primeros golpes al cura fueron tan violentos que eran mortales

Los dos acusados, separados por sus letrados
EP
Actualizado: viernes, 17 diciembre 2010 15:49

El informe pericial dice que una de las huellas correspondía a uno de los detenidos, pero la otra pisada "no tiene porque ser de un zapato"

MURCIA, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

El médico del Instituto de Medicina Legal que examinó el cuerpo del sacerdote fallecido en 2007 ha explicado que los dos primeros golpes que recibió el sacerdote en el recibidor de su casa fueron realizados por una persona diestra de una "gran fuerza física" situada enfrente suya, de forma "contundente, impactante y sorpresiva", y tan violentamente que "habrían bastado para causarle la muerte, sólo con dejarlo sin asistencia".

En total, los médicos forenses que examinaron el cadáver encontraron hasta diez golpes en la cabeza, tres o cuatro de los cuales eran "mortales de necesidad" y uno de ellos, origen de la última herida o herida 10, fue realizada con la víctima tendida en el suelo "con casi total seguridad", por el lugar en el que le impactó, en la zona de la nuca.

En el caso de los dos primeros impactos, reconocen que el agresor o agresora actuó con factor sorpresa porque el cura "ve lo que se le viene encima, intenta defenderse con las manos y no tuvo tiempo de quitarse". Prueba de ello, según el forense, son dos contusiones encontradas en la mano derecha del sacerdote, una de ellas entre los dedos, así como una uña rota, que el médico identificó como "heridas de defensa, no de lucha".

En cualquier caso, los forenses aseguran que la muerte fue consecuencia de los múltiples traumatismos craneoencefálicos. Todas las heridas revelan una violencia "extrema" y que la víctima "desde luego, no murió en cinco minutos, es decir, no fue una muerte rápida", concluyó.

((HABRÁ AMPLIACIÓN))