La mitad de los niños murcianos tuvo pediculosis antes de la pandemia, según un estudio de CinfaSalud

La supresión de la distancia social y otras medidas anticovid en los colegios puede generar nuevos casos de pediculosis en las aulas

El 46,2% de los niños de Cyl tuvo piojos alguna vez en los tres años anteriores a la pandemia, según Cinfasalud
El 46,2% de los niños de Cyl tuvo piojos alguna vez en los tres años anteriores a la pandemia, según Cinfasalud - CINFASALUD
Europa Press Murcia
Publicado: lunes, 5 septiembre 2022 11:01

MURCIA, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

La mitad de niños murcianos de entre tres y 12 años (49,3 por ciento) tuvo piojos alguna vez en los tres años anteriores a la pandemia de covid-19, según el IX Estudio CinfaSalud 'Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis', realizado en 2019 y avalado por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC).

Tras más de dos años de pandemia en los que la incidencia de la pediculosis se ha reducido considerablemente es previsible que, con la supresión de las medidas de distanciamiento social y de los grupos burbuja en los centros escolares, se incrementen los casos de piojos.

En Murcia, nueve de cada diez familias (90,7 por ciento) creen que sus hijos se contagiaron de piojos en el colegio, aunque el 5,6 por ciento piensa que pudieron contraerlos en la piscina; el 3,7 por ciento, que pasó en campamentos o en el entorno familiar (también 3,7 por ciento) y el 1,9 por ciento cree que fue en actividades extraescolares.

Además, siete de cada diez familias murcianas (72,2 por ciento) detectan la pediculosis porque ven los piojos en el cabello de sus hijos cuando les peinan, lavan o revisan la cabeza, y dos de cada tres (64,8 por ciento) lo hacen por el prurito (picor) que estos sienten en la cabeza.

El estudio muestra también que, más allá de los síntomas físicos, el impacto psicológico de este problema es considerable, ya que tres de cada diez padres y madres de Murcia (27,8 por ciento) cree que tener piojos afecta emocionalmente a sus hijos y la mitad (50 por ciento) siente que les afecta a ellos directamente -lo que supone casi el doble-.

De acuerdo a la investigación, en Murcia, nueve de cada diez (90,7 por ciento) familias aplican un tratamiento pediculicida para eliminar los piojos y el 95,9 por ciento de ellas cree que fue eficaz.

Sin embargo, el estudio revela que solo el 14,3 por ciento lleva a cabo el tratamiento correctamente, ya que el resto no aplica el conjunto de medidas necesarias para garantizar su efectividad: seguir las instrucciones del fabricante, peinar mechón a mechón con la lendrera, no usar secador, seguir pasando la lendrera en las dos semanas siguientes y verificar a los siete días si todavía hay parásitos, en cuyo caso habría que reaplicar el tratamiento.

Por otra parte, las medidas complementarias más utilizadas en Murcia para eliminar los piojos son revisar el pelo de toda la familia y lavar sábanas y toallas a 60 grados (85,2 por ciento en ambos casos) e indicar a los niños que eviten compartir artículos de pelo (61,1 por cinto).

Además, la mitad de los padres (48,1 por ciento) aspira muebles, sofás y colchones y el 44,4 por ciento aísla los objetos que no pueden lavarse en una bolsa cerrada durante una semana.

En Murcia las medidas preventivas no se llevan a la práctica con la frecuencia necesaria: una de cada tres familias (32,7 por ciento) no utiliza repelentes de piojos ni siquiera cuando existen casos de pediculosis en el entorno cercano o los niños la han pasado recientemente.

De hecho, en tres de cada diez hogares (29,6 por ciento) los niños con piojos han contagiado a otros miembros. En todo caso, las madres y las familias con niñas o con hijos más pequeños son más proclives al uso del repelente.

La fuente de consulta más habitual a la que recurren los padres murcianos es el farmacéutico (55,6 por ciento), seguida de Internet (42,6 por ciento), amigos o conocidos (35,2 por ciento) y los médicos y enfermeros (22,2%).

Asimismo, el 7,4 por ciento de familias busca información en revistas o libros, el 5,6 por ciento consulta a su peluquero y el 1,9 por ciento pregunta a profesores u otros profesionales del colegio.

LOS PIOJOS VOLVERÁN A LAS AULAS

Como ha explica Julio Maset, médico de Cinfa, "ahora que las circunstancias sociales y sanitarias vuelven a ser las habituales de las de la época precovid, la pediculosis o infestación del cuero cabelludo y pelo por piojos va a volver a constituir un problema de salud de alta incidencia en las aulas y hogares españoles, ya que es de esperar que los niños tengan de nuevo un comportamiento de mayor contacto entre ellos".

Y ese contacto directo cabeza con cabeza "es la principal vía de contagio de los piojos", ha explicado Maset, quien ha recordado que se trata de "una de las afecciones más contagiosas, junto al resfriado, por lo que es lógico pensar que su propagación aumentará este curso".

La investigación de Cinfa y SEFAC se basa en un cuestionario online realizado a una muestra representativa de 3.072 padres y madres españoles con hijos de tres a 12 años escolarizados -4.204 niños-, residentes en todas las comunidades autónomas.

La incidencia de estos parásitos en los escolares de seis o más años es también significativamente mayor, ya que, como revela la investigación de Cinfa, este problema lo ha padecido el 55,7 por ciento de los niños de 10 a 12 años y el 52,8 por ciento de los que tienen de 6 a 9 años, frente al 42,9 por ciento de los más pequeños (de 3 a 5 años).

El estudio confirma, además, que en España la pediculosis es más frecuente en las niñas, ya que seis de cada diez (55,8 por ciento) tuvieron piojos en los tres años previos a la pandemia, frente a la mitad de los niños (47,5 por ciento).

"Este hecho se explica porque el cabello largo supone una mayor superficie de transmisión para los parásitos y porque, entre las niñas, son más habituales los juegos de cercanía y son más proclives a compartir artículos de pelo", ha afirmado Julio Maset.

Como aclara Ana Molinero, vicepresidenta primera de SEFAC, "aunque es muy molesto, el Pediculus Humanus Capitis o piojo humano de la cabeza no transmite enfermedades, por lo que no constituye un peligro para la salud".

De hecho, la pediculosis no siempre produce síntomas. Si los hay, el más frecuente es el picor y la necesidad de rascarse, lo que puede llegar a provocar lesiones en el cuero cabelludo de los niños.

Según Julio Maset, médico de Cinfa, "esto pone en evidencia la necesidad de normalizar la pediculosis en la sociedad como un problema más de salud, fácilmente atajable y en absoluto vinculado al pelo sucio, para ahorrar angustias innecesarias".

Finalmente, como confirma la investigación, la desinformación y las falsas creencias acerca de la pediculosis siguen estando muy extendidas.

Por ejemplo, uno de cada cuatro progenitores con niños en edad escolar (24,7 por ciento) sigue creyendo que los piojos están relacionados con una falta de higiene, lo que lleva a algunos padres y madres a temer que traten a sus hijos de diferente manera por tener piojos.

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