El Museo de la Ciudad incorpora diversas obras tras su 25º aniversario y renueva parte de la colección permanente - AYUNTAMIENTO DE MURCIA
MURCIA 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El desmontaje de la muestra '25+25. Museo intervenido' entre enero y febrero de 2025, cuyas obras fueron distribuidas por las salas para celebrar el 25º aniversario del Museo de la Ciudad, ha permitido cambiar algunos de los espacios e incorporar nueve de las obras que formaban dicha muestra y que han sido donadas por sus autoras y autores. Además, la llegada de otras dos nuevas obras donadas ha dado como resultado una imagen renovada de las salas del museo.
Asimismo, las nueve obras donadas de la muestra '25+25. Museo intervenido' son 'Alathar. Vértigos' de José Carlos Níguez, la cual se encuentra expuesta en la Sala de Arqueología, así como la obra 'La Puente', de José Miguel Cerezo, que se encuentra en la segunda planta del museo.
Otras de las nueve obras donadas son 'El picantón' de Pepe Incha, 'Huertanos de Garay' de Fátima Ruiz, 'De auroros y cementerios' de José Luis Montero, y 'La cómica' de Pepe Hache, todas ellas situadas en la segunda planta del museo, así como la obra 'Cátedra', de Rocío Kunst, ubicada en la primera planta. A su vez, se encuentra la obra 'Fuensanta' de Tatiana Abellán en la primera planta, y '20 vistas de Monteagudo' de David Salcedo en la planta baja.
Además, las otras dos obras donadas que se han alojado en las salas del museo tras la retirada de la muestra del 25º aniversario, son la pintura de la artista murciana, Carmen Artigas, con el titulo 'Cruz de mayo' ubicada en la segunda planta, y por otro lado la recreación de la imagen de la Virgen de la Arrixaca tallada por Mariano Hernández García, en la primera planta.
El museo cuenta con un panel en el que actualmente luce una selección de obras de José Hernández Ortuño, de Sanjo y de Néstor Lisón. Asimismo, estas obras forman parte de un proyecto más amplio que bajo el título 'Miradas y emociones' se mostró en la exposición temporal del año 2008. A través de los dibujos de Sanjo y de las fotografías de Lisón vemos un paisaje peculiar como es el de los limites entre la ciudad de Murcia y la huerta que la rodea.