Pedro Cano afirma, en la presentación de un libro sobre su persona, que su vida ha sido "una especie de milagro"

Actualizado: miércoles, 28 octubre 2009 15:35

MURCIA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

El pintor Pedro Cano afirmó hoy, en la presentación de un libro sobre su persona, que su vida ha sido "una especie de milagro", pues pese a sus "orígenes de pueblo" de los que se mostró muy orgulloso, su trayectoria ha alcanzado dimensiones internacionales "y hasta te invitan del Vaticano", bromeó rememorando la colaboración que realizó para una Carta del anterior pontífice Juan Pablo II.

Cano, quien estuvo arropado por numerosos amigos, agradeció su trabajo a la autora de esta monografía, ya que "sabe más de mi que yo mismo", y aseguró sentir un "orgullo inmenso" por haber sido en vida objeto de un libro.

La publicación 'El pintor Pedro Cano', de María González Sánchez, es una monografía extraída de la tesis doctoral que realizó la autora en la Universidad de Murcia, dirigida por la catedrática de la UMU, María del Carmen Sánchez-Rojas. Está coeditada por Editum junto a la Fundación Cajamurcia y el Ayuntamiento de Blanca.

El presidente ejecutivo de Cajamurcia, Carlos Egea, definió al pintor como "un amigo y un blanqueño de carácter universal" y destacó de Pedro Cano que "nos cautiva a todos con esa realidad de su obra, a la vez sencilla, mágica y equilibrada".

"Mi cariño, respeto y aprecio a Pedro Cano, con quien no se cumple en dicho de no ser profeta en tu tierra", apuntó máximo dirigente de Cajamurcia, entidad que ha acompañado y apoyado la obra del artista de Blanca desde hace años.

Por su parte, el alcalde de Blanca, Rafael Laorden, describió a Pedro Cano como "maestro del arte" y recalcó que su municipio, que ostenta el título de Villa del Libro, "apuesta por su patrimonio artístico y cultural, pero también por su patrimonio humano, que hoy está representado en la persona de Pedro Cano", quien además es Hijo Predilecto de la ciudad que le vio nacer.

Igualmente, Laorden subrayó la "enorme generosidad" del artista pues "comparte su conocimiento, su saber estar y todo su ser", anunciando que la Fundación Pedro Cano, a la que el pintor ha donado su obra, abrirá sus puertas dentro de seis meses.

A su vez, el rector de la Universidad de Murcia, José Antonio Cobacho, destacó el "tino y finura" que tuvo la catedrática María del Carmen Sánchez-Rojas por decidir que la figura de Pedro Cano podía ser objeto de una tesis doctoral en vida, y alabó el "trabajo exhaustivo y descomunal de la autora, que le ha sacado un gran partido".

Cobacho, quien recordó que Pedro Cano cuenta con el máximo reconocimiento de la institución al ser nombrado doctor 'honoris causa' en 2005, dijo de él que es "un excepcional artista, pero de una enorme calidad humana". "Hay personas que marcan y que se aprende de ellas", apostilló.

El delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, también tomó la palabra para destacar el "valor de la excepcional figura de Pedro Cano" e indicó que su "mayor satisfacción" era estar en este acto "como amigo de una gran persona, que te regala siempre lo mejor".

ESTUDIO GLOBAL

La autora del libro, María González Sánchez, explicó que el trabajo abarca la época entre 1995 y 2005 y surgió de la necesidad de recompilar la dispersión de publicaciones y catálogos del pintor, ya que "no había un estudio global sobre la figura del artista".

La monografía describe con la obra de Pedro Cano, imbricada en su propia vida. Gran viajero, su pintura refleja sus vivencias, desde el Valle de Ricote a cualquier lugar del mundo, especialmente Roma. Agendas de apuntes y anotaciones, cuadernos de viaje o series son estudiadas en este libro, que se acompaña de un amplio conjunto de reproducciones de la pintura de Pedro Cano, textos de exposiciones y bibliografía sobre el autor.

PINTOR UNIVERSAL

Pedro Cano (Blanca, 1944), comenzó a pintar al óleo de forma autodidacta cuando tan solo tenía 10 años. Un encuentro casual con la pintora valenciana Amparo Benaches, en 1959, determina su orientación artística y le inicia en la observación directa de la naturaleza.

En 1972, se casó con la italiana, Patrizia Guadagno, y se trasladan a vivir a Anguillara Sabazia, a 30 kilómetros de Roma. Cuatro años más tarde realizó, su primer viaje a América Latina, en un periplo que va desde México hasta Brasil, fruto del cual realiza un ciclo pictórico que se expone en Milán, Bolzano y en Salzburgo.

En 1984 se trasladó a Nueva York, donde residió durante cinco años en el East Village. El pintor fue intercalando entre sus estancias en Roma, Anguillara y su pueblo natal, numerosos viajes por lugares tan dispares como Siria, Jordania, Turquía, Egipto o Libia.