MURCIA 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Superior de Justicia ha decidido remitir a la fiscalía el asunto de la supuesta comida en la que, según la denuncia de un imputado en el caso Tótem, habría participado la juez que instruye el caso, María Asunción Navarro, el ex ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y el secretario general del PSOE en la Región, Pedro Saura.
La Sala de lo Civil y Penal del Alto Tribunal ha acordado pasar las actuaciones de la querella interpuesta por Manuel Núñez, empresario imputado en la investigación por presunta corrupción urbanística en Totana, al Ministerio Público para que en un plazo de quince días informe sobre qué órgano judicial es competente en el asunto y también sobre el fondo de la cuestión. La Sala también ha decidido nombrar ponente en este caso al magristrado de la Sala Enrique Quiñonero, según informaron fuentes del TSJ.
Recientemente, el abogado y promotor gallego, Manuel Núñez Arias, dueño de la firma Inmonuar y uno de los principales imputados en el 'caso Tótem', se querelló contra la jueza sustituta del juzgado de instrucción número 1 de Totana, encargado de este asunto, María Asunción Navarro, por "prevaricación y detención ilegal".
Y es que, agregó la querella a la que tuvo acceso Europa Press, la jueza sustituta "es sobrina de Alfonso Navarro, un relevante concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Murcia y que fue vicepresidente segundo de la Asamblea Regional" y desveló que "no deja de ser llamativo que, unos días antes de producirse las primeras detenciones, la querellada estuviera en el restaurante 'El Chaleco' de Alhama con el entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que a la sazón en aquellas fechas hacía campaña política, pues se presentaba a las elecciones generales como diputado del PSOE por Murcia".
En esa misma reunión estuvieron también, según la querella, el secretario general del PSRM-PSOE, Pedro Saura; el ex alcalde de Lorca, Leoncio Collado; y el portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Alhama, José Espadas. "Cabe pensar que ello no obedece a 'casualidad', sino que podía formar parte de la trama que se estaba urdiendo con una finalidad política", añade.