11M.-Ghalyoun dice que no participó en colocar bombas y rechaza por dudosas las identificaciones de los testigos

Actualizado: lunes, 19 febrero 2007 14:23

MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presunto autor material de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid Basel Ghalyoun respondió hoy a preguntas de la fiscal Olga Sánchez, que no participó en la colocación de las mochilas-bombas en los trenes de cercanías de Madrid y dijo que el único testigo que le identificó en el convoy que hizo explosión a la altura de la Calle Téllez de Madrid, lo hizo un año después de los atentados en una rueda de reconocimiento celebrada en la Audiencia Nacional. Esta persona, explicó, se limitó señalar una foto suya, muy antigua. El acusado indicó, además, que la imagen en que fue reconocido parecía haber sido manipulada, estaba desenfocada y tenía aspecto de haber sido retocada por ordenador.

Ghalyoun explicó, además, que esta misma persona que dijo haberle reconocido asistió a la primera de las ruedas de reconocimiento, que tuvo lugar pocos días después de su detención, donde visionó una cinta de video --"más cercana a la realidad que una foto", dijo el acusado-- en la que no le reconoció. En cuanto a la descripción de su aspecto físico y en concreto a la alusión a su pelo oscuro, el procesado recordó que el testigo dijo que cuando le vió en el tren portaba un gorro con lo que no podía apreciar el color de su pelo.

También rechazó la identificación de otras personas que aseguraron verle en Alcalá de Henares, estación de partida de los trenes en los que se produjeron las explosiones, y explicó que estos testigos reconocieron también a otros imputados finalmente no procesados por los atentados, hecho que debería ser extensivo a su caso. Durante la instrucción de la causa el juez Juan Del Olmo decidió no procesar a este acusado por la autoría material al considerar que las identificaciones realizadas eran dudosas.

El acusado aseguró que durante la mañana del 11 de marzo de 2004 se encontraba en su casa, un local de la calle Virgen del Coro de Madrid, junto a otro de los procesados, Fouad El Morabit. Ambos despertaron a primera de la mañana, sobre las siete y media, para rezar. Tras la oración volvió a quedarse dormido hasta las 10 de la mañana, añadió.

El segundo de los acusados por la autoría material en declarar ante la Sección Segunda de los Penal de la Audiencia Nacional consultó en varias ocasiones extensas notas que portaba con él para comprobar varios datos y fundamentar en ellos su defensa, hecho permitido por el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, dada la gravedad de las acusaciones existentes en su contra. El acusado dijo haber llegado a la casa sobre la una de la madrugada la noche anterior a la comisión de los atentados y negó haber adquirido o transportado temporizadores o haber diseñado un sistema para la activación de explosivos a través de teléfonos móviles.

RELACIÓN CON "SERHANE EL TUNECINO"

El presunto autor material de los atentados, para el que la Fiscalía solicita 38.654 años de prisión, reconoció conocer a varios de los acusados por los atentados, entre ellos a Sarhane Ben Abdelmajid "Serhane El Tunecino", que se suicidó en la vivienda de la calle Martín Gaite de Leganés, con el que coincidía en múltiples ocasiones en la mezquita de la M-30 de Madrid y del que era amigo desde su llegada a España en enero de 2001. No obstante, negó que compartiera vivienda con él a pesar de estar empadronado en su misma casa y justificó el hecho de que su nombre figurara aludiendo a un favor realizado por el tunecino para facilitar la inclusión deGhalyoun en el padrón madrileño.

Durante su relación de amistad con Serhane el acusado indicó haber escuchado varias conversaciones mantenidas por este, como la llevada a cabo a finales de enero de 2004 referente a la compra de una partida de móviles en la tienda de la que era socio otro de los procesados por la autoría material Jamal Zougam. En cuando a este último, dijo no conocerle aunque reconoció haber acudido a su tienda en una ocasión para comprar una funda de móvil, ya que era "conocido por todos" que vendía más barato que en otras tiendas.

Además explicó que se encontraba presente en otra conversación de Serhane en la que éste justificó la comisión de atracos en bancos o joyerías españolas a causa del envío de tropas a Irak. Según describió, en la declaración posterior ante la policía se refirió a estas palabras de El Tunecino como menciones a "atentados contra la propiedad privada" expresión que fue malinterpretada y confundida con la comisión de atentados.

En cuanto a la reunión llevada a cabo durante la celebración del Ramadán en 2002 a la que asistió "Serhane el Tunecino" y en la que, según un testigo protegido un grupo reunido en el local de la calle Virgen del Coro, escuchó canciones religiosas y habló de cometer un atentado en las Torres Kio de Madrid, Ghalyoun indicó que en el momento en que se produjo ese encuentro se encontraba de viaje en Alemania

El acusado describió, durante la declaración, a instancias de la fiscal las reuniones celebradas en excursiones al río Alberche, cerca de la localidad de Nalvalcarnero, y negó que en ellas se hablaba en la "yihad". "Íbamos a bañarnos y a jugar al fútbol", expresó y añadió que el lugar no es un sitio "aislado" ya que "acude mucha gente". Indicó, además, que no son ciertas informaciones que apuntan a que acudían a casa de Serhane con objeto de visionar videos yihadistas.

Ghalyoun reconoció también conocer a Rabei Osman El Sayed "Mohamed El Egipcio", acusado por la autoría intelectual de los atentados y que siguió con mucho interés esta declaración llegando incluso a asentir en varias ocasiones ante los argumentos de defensa del procesado.

El procesado negó que el material informático requisado durante el registro de su vivienda fuera suyo al igual que rechazó haber escrito un documento en que se describía cual debe ser el comportamiento adecuado para un buen musulmán.

Dijo que el móvil incautado en su detención disponía de una doble tarjeta que intercambiaba para realizar o recibir llamadas. Justificó, además la localización de un aparato telefónico en los escombros de la casa de Leganés en el que se habían introducido las dos tarjetas de su propiedad asegurando que era propiedad de Rifaat Anouar Asrih, uno de los siete integristas que se suicidaron en la vivienda de la calle Carmen Martín Gaite, y que él lo utilizó de forma temporal porque el suyo estaba estropeado y luego lo devolvió. En cuanto a un gorro árabe aparecido también en la casa de Leganés y en el que se encontraron sus huellas, el acusado argumentó que cualquier persona pudo transportarlo hasta la casa, y que en la prenda se detectaron varios perfiles genéticos que no fueron analizados por la policía.