MADRID 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
El PNV, CiU y Unión, Progreso y Democracia (UPyD) han presentado sendas alegaciones a la Junta Electoral Central para tratar de que este jueves no lleve adelante una serie de propuestas de resolución que, según las minorías, vulneran el espíritu de la reciente reforma de la Ley Electoral en cuanto a restricciones de publicidad en precampaña y la prohibición de actos de inauguración tras la convocatoria de comicios.
En su reunión de la pasada semana, la Junta Electoral Central empezó a discutir las consecuencias prácticas que tendrá la aplicación de las novedades de la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) pero, en vez de sentenciar aprobando resoluciones, como venía siendo su proceder habitual, prefirió sondear primero a los principales partidos con vistas a evitar polémicas, especialmente en torno a las nuevas restricciones de la precampaña como el fin de las inauguraciones o la prohibición de la propaganda.
Uno de los puntos más controvertidos de la nueva redacción de la LOREG, en vigor desde finales de enero, es el que establece que desde la convocatoria de unas elecciones hasta el inicio legal de la campaña, "queda prohibida la realización de publicidad o propaganda electoral mediante carteles, soportes comerciales o inserciones en prensa, radio u otros medios digitales", a la vez que suprime también los actos formales de inauguración de obras y servicios.
INTERPRETACIÓN PERMISIVA DE PSOE Y PP
El PSOE y el PP prepararon un escrito para la Junta Electoral buscando una interpretación permisiva de ese precepto. Entre otras cosas, piden que se deje organizar actos de visita a obras públicas para compensar esa prohibición de inauguraciones oficiales, que se puedan pegar carteles o publicar anuncios si son para informar de la celebración de mítines, o incluso repartir folletos en la calles y hacer campaña informativa en Internet.
En sus borradores de resolución, a los que tuvo acceso Europa Press, la Junta Electoral Central se inclina por dar la razón a los partidos mayoritarios y propone dejar fuera de prohibición de las inauguraciones a "las visitas a dichas obras o la información que puedan proporcionar estrictamente sobre el estado de ejecución de las obras o la puesta en funcionamiento de los servicios".
En cuanto a las restricciones de publicidad en precampaña, la Junta Electoral quiere permitir, además de los mítines ordinarios, el reparto de folletos, fotografías y artículos de mercadotecnia para dar a conocer los candidatos, la contratación de espacios publicitarios para anunciar mítines o el mantenimiento de páginas web y de presencia en redes sociales de Internet.
Esta reorientación de la reforma electoral ha causado irritación en las minorías. El PNV y CiU, los otros dos firmantes de la reforma electoral, consideran que los textos del organismo arbitral "difícilmente son compatibles con el pretendido respeto a los principios de objetividad, transparencia e igualdad de las administraciones públicas durante el periodo electoral, aunque hayan sido pactadas entre los grupos parlamentarios del PSOE y del PP".
"Llama poderosamente la atención que una reforma de la importantísima legislación electoral deba ser objeto de interpretación en el sentido que se postula", resumen en sus alegaciones.
LA HIPOCRESÍA DE LOS MAYORITARIOS
Para el nacionalista vasco Aitor Esteban, las propuestas de los mayoritarios son "un ejercicio de hipocresía política" mientras que para el convergente Jordi Xuclà "hay unos intereses muy concretos" del PP y del PSOE de vulnerar "de forma bastante hipócrita" su discurso de austeridad en los gastos de los partidos.
También ERC y UPyD han protestado ante las propuestas de resolución de la Junta Electoral. Según el partido de Rosa Díez, deberían prohibirse los actos de gestión ordinaria de las obras o servicios porque "se utilizan con la intención de incidir en las campañas electorales mediante las habituales visitas televisadas y resumidas con amplia explicación del extraordinario avance de la obra de turno".