SAN SEBASTIÁN, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
Cargos y simpatizantes del PSE-EE que han sido víctimas de ETA no acudirán a la manifestación convocada mañana en Madrid por la AVT al apoyar la política de pacificación del Gobierno y al considerar que intentar lograr la paz "no supone claudicar ni dar la razón a los terroristas".
Este grupo, que compareció en rueda de prensa esta misma semana, está integrado, entre otros, por el periodista Gorka Landaburu, los concejales socialistas Estanis Amuchastegui, Patxi Elola, José Luis Valles, Esther Cabezudo e Iñaki Dubreil, la europarlamentaria Barbara Dürhkop, Josu Elespe (hijo de Froilán Elespe), la mujer de Dubreil Mila Sanz, Jesús Ramos, la parlamentaria Coral Rodríguez, Mireia Lluch (hija de Ernest Lluch), el diputado Eduardo Madina o José Pérez.
Todos ellos expresaron su apoyo a la política de pacificación que desarrolla el Gobierno socialista y dijeron "sí en su nombre" a la búsqueda de la paz.
A su juicio, buscar la paz no es "claudicar ni dar razón a los terroristas, sino que podamos vivir finalmente en paz". "Si este proceso fracasa volveremos a empezar, a intentar de nuevo buscar una solución porque este país lo merece y aquí el que consiga la paz no será la victoria del señor Zapatero, sino la victoria de toda la sociedad, la vasca y la española", indicaron.
Asimismo, rechazaron cualquier tipo de manipulación y reclamaron "reconocimiento, justicia y paz", todo ello "mirando hacia adelante". "Queremos mirar el futuro con un retrovisor bien grande porque si llega la paz, no es borrón y cuenta nueva y ese retrovisor nos permitirá no olvidar la memoria histórica y lo que ha pasado", manifestaron.
Asimismo, indicaron que trabajarán para "impulsar con nuestro pequeño granito de arena que se abra un proceso y que llegue la paz a Euskadi" en un "proceso largo en el que tarde o temprano habrá que buscar la reconciliación".
En un manifiesto, aseguran también que siempre han confiado en los gobernantes en la lucha por la paz y contra el terrorismo y que es a ellos a quienes corresponde "dirigir la política antiterrorista" para que "las nuevas generaciones puedan vivir en paz y libertad y que la última víctima del terrorismo, haya sido definitivamente la última" gracias a la "razón democrática".
Tras mencionar otros intentos de solución del terrorismo con anteriores gobiernos, dijeron que, en la actualidad, "estamos en un proceso similar porque estamos más cerca que nunca, hay una esperanza y ojalá salga bien". Por ello, criticaron que "la oposición quizá no está jugando el juego leal que le corresponde en una materia tan importante como el terrorismo".
