MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
'La guía del candidato' del PP para la campaña electoral arremete contra la política aeroportuaria del Gobierno socialista y advierte, entre otras cosas, que si se cede a la petición de transferencia de competencias en esta materia por parte de algunos partidos nacionalistas "la seguridad se vería afectada". "Teniendo en cuenta las actuales tendencias, ninguna comunidad autónoma constituye un área aislada a efectos del transporte aéreo, ni lo es España, y ni siquiera lo es Europa", agregan.
En este apartado de la Guía, al que tuvo acceso Europa Press, el PP recuerda a sus candidatos que el artículo 149.2 de la Constitución atribuye al Estado la titularidad de los aeropuertos de interés general y, además, el control del espacio aéreo, el tránsito y el transporte aéreo.
Asimismo, se señala que la gestión de Aena está basada en un sistema de gestión integrada, mantiene en red y con criterios uniformes de planificación y de 'caja' única los 47 aeropuertos de interés general que tiene España. "Este sistema permite la supervivencia de aeropuertos de desarrollos locales o regionales pero que desempeñan una función esencial en la vida y desarrollo de muchas provincias", se advierte.
"El modelo de Aena es una buena referencia, en términos comparados, cuando se trata de analizar problemas reales y economías de escala. El actual sistema permite, por encima del superávit o del déficit de la gestión individual de cada aeropuerto, disponer de una red de 47 aeropuertos en los que se invierte en función de las necesidades que vienen expresadas en sus planes directores --se alega--. España cuenta con una estructura aeroportuaria consolidada que para afrontar problemas de desarrollo, en términos de economía de escala, se encuentra en buenas condiciones para competir en el seno de la Unión Europea".
Dicho esto, alertan de que si se transfieren las competencias sobre aeropuertos a las autonomías, se crearía "un conflicto" con las actuales tendencias de operación del tráfico aéreo, donde se considera "como un todo" la experiencia en el tráfico aéreo. "Este es un claro ejemplo de la interdependencia que se produce entre todos los agentes que intervienen en gestión aeroportuaria que, de transferirse supondría un inconveniente a este proyecto comunitario de disponer de un espacio único europeo", se indica.
El PP explica entonces sus propuestas frente a los próximos comicios y apuesta por mantener el actual modelo de gestión aeroportuario de Aena y permitir la entrada de la iniciativa privada en la promoción de nuevos aeropuertos; además de mejorar el marco normativo por el cual se regulan las inspecciones de aeronaves y ampliar "las potencialidades" de El Prat.
"ESCÁNDALOS" DE AIR MADRID Y EL PRAT Al tiempo, el PP sostiene que el "verdadero impulso" en infraestructuras aeroportuarias se produjo durante los años 1996-2004, sin que los socialistas hayan "alcanzado" su esfuerzo inversor: "aeropuertos como el de Aragón, Castilla La Mancha, Valencia, Madrid, Murcia y Navarra verán, en 2007, disminuir sus inversiones respecto del año anterior".
"En lo que llevamos de legislatura, lo único que ha hecho el Gobierno ha sido volver a inaugurar, no sin incidentes, la nueva Terminal de Barajas T-4 en Madrid. En Barcelona continúan con las obras en el aeropuerto de El Prat --añaden-- que ya dejó iniciadas el PP, de las que, la tercera pista, ya estaba terminada en marzo de 2004".
En este apartado, el PP recuerda también a sus candidatos el "escándalo" de Air Madrid y que, bajo mandato socialista, se ha producido "uno de los fraudes más escandalosos" en materia de concesiones de 'slots' y permisividad en las inspecciones de esta compañía. "Todo ello por la connivencia entre el Director General de la Compañía y la Subdirectora General de Explotación del Transporte Aéreo de Aviación Civil", denuncian.
Y siguiendo en lo que consideran "escándalos", se refieren a lo que sucedió en el aeropuerto de El Prat en julio de 2006, cuando unos 2.000 trabajadores de Iberia (unas 2.000 personas) decidieron manifestarse allí por la pérdida, por parte de Iberia, de la concesión de handling que venia prestando en el citado aeropuerto.
"Como consecuencia el aeropuerto quedó bloqueado y se cerró al tráfico aéreo, afectando a más de 100.000 pasajeros, tanto de aeropuertos españoles como de extranjeros. En definitiva, un suceso impropio de un país desarrollado de la Unión Europea. Y lo que fue peor, la incapacidad del Gobierno de gestionar el incidente y de preverlo", enfatizan.
Finalmente, recalcan el "trato discriminatorio para AIR EUROPA e SPANAIR" con "consecuencias negativas" en la gestión aeroportuaria y el ejercicio de la libre competencia, dado que, en contra de la decisión adoptada por el Consejo de Administración de Aena, la Ministra de Fomento decide otorgar la exclusividad a Iberia a la utilización de la nueva Terminal de pasajeros T-4, "apartando a su principal competidor Spanair (Star Alliance) a la Terminal 3".
