La candidata del PSPV a la alcaldía de Valencia apuesta por la calidad de vida, una ciudad mejor y un crecimiento racional
VALENCIA, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
El programa electoral elaborado por el PSPV de la ciudad de Valencia para las elecciones municipales del próximo 27 de mayo tiene como ejes "el interés general, la justicia social, la participación y la sostenibilidad", con la "idea" de "trabajar por una Valencia mejor", según explicó hoy la candidata de esta formación a la alcaldía de la capital, Carmen Alborch, durante la rueda de prensa que ofreció junto al secretario general del PSPV en Valencia y portavoz socialista en el consistorio valenciano, Rafael Rubio, para dar a conocer este documento.
Para lograr este objetivo, Alborch subrayó la necesidad de impulsar la "participación" ciudadana y la "proximidad" entre la administración municipal y los vecinos. Indicó que para tener "una Valencia mejor" se ha de contar "con la opinión de los valencianos" y "trabajar con ellos".
En esta línea, apuntó la intención de promover "pactos" con los ciudadanos y crear consejos con el fin de "establecer contactos con la ciudadanía para que pueda ser consultada" sobre "cualquier gran proyecto o evento", como una prueba de Fórmula 1, dijo, o problemas como el tráfico y la movilidad. Para resolver este último, propuso "un pacto por la movilidad". Mostró su deseo de crear el Consejo Social de la Ciudadanía, de promover distintos "mecanismos de participación" como el Estatuto y el Defensor de Vecino, y "espacios de debate", así como de "exponer los proyectos con información suficiente".
El programa del PSPV plantea, como señaló Rafael Rubio, hacer una "delimitación clara de la ciudad, más allá de la actual área metropolitana" y acometer "una revisión global del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)", contando con la participación ciudadana y teniendo en cuenta la necesidad de un plan de infraestructuras, la revisión de las parcelas públicas dotacionales y la puesta en valor del patrimonio natural y cultural.
El secretario general del PSPV en la capital aseguró que los socialistas demandarán el reconocimiento de Valencia como 'cap i casal', harán que una de cada dos viviendas que se programen tengan alguna protección, e impulsarán, a través de la empresa municipal Aumsa, la construcción de 2.000 viviendas públicas para venta y alquiler, así como un plan de rehabilitación y el transporte público, especialmente, tranvía y autobús. En la Empresa Municipal de Transportes (EMT) proponen crear nuevos bonos y aumentar la frecuencia de paso.
Rubio adelantó que el PSPV prevé crear 60.000 plazas de aparcamiento en diez años, combatir el ruido, constituir el Instituto de Estudios Económicos y de Estadística para establecer las líneas de crecimiento económico, garantizar el acceso libre a Wifi, combatir el fracaso escolar y ampliar el horario de apertura y cierre de colegios "para favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral", y desarrollar la Ley de Dependencia. Señaló que todas estas propuestas se plantean desde "un concepto de seguridad global", que contempla un Ayuntamiento "al servicio de todos los ciudadanos".
"CALIDAD DE VIDA"
Carmen Alborch indicó que éste es un programa "muy minucioso" que tiene como "clave" la "apuesta por la calidad de vida", un objetivo que, según dijo, "comienza por tener un espacio propio, una vivienda, y oportunidades". Señaló que esta propuesta pasa también por lograr "calidad en la democracia, en la convivencia, ambiental, en la atención social y en la gestión".
Manifestó que el programa del PSPV "recoge las necesidades de la ciudad y un retrato de lo que es" y apuntó que plantea "un modelo diferente" para la capital, "con cuestiones referidas a su crecimiento", que debe ser "racional, eficiente, sostenible, saludable y de interés para la mayoría". Censuró, en este sentido, el crecimiento "poco equilibrado, desmesurado y a favor de unos pocos y en detrimento de otros" que ha tenido Valencia, dijo.
La candidata socialista aseveró que se ha de "crear una ciudad compacta", con la recuperación "de espacio público para el ocio y la comunicación" y zonas verdes. Reivindicó espacios como la Dehesa de El Saler, La Albufera y la huerta y defendió también las políticas de rehabilitación. Asimismo, consideró que se ha de ver la ciudad "como un todo" y "dar respuesta integral a todos los problemas", aunque se ha de tratar "cada uno de sus aspectos con detenimiento", agregó. Estimó que desde los ayuntamientos se debe hacer "micropolítica" porque son las administraciones "más cercanas a los ciudadanos".
Carmen Alborch estimó también que Valencia debe ser una "ciudad de oportunidades" en la que se potencia el "capital humano", "el conocimiento, el talento y la tolerancia" junto a "las nuevas tecnologías". Defendió también la "conquista y la aplicación de los derechos" como signo de "modernidad" y la "preservación del patrimonio cultural y medioambiental". En materia de turismo, apostó por "seguir promocionando" este sector pero "con sostenibilidad" y también "vinculado a la cultura".
"COLABORAR" Y "RENDIR CUENTAS"
Igualmente, la candidata se mostró a favor de "actuar con transparencia" y de "rendir cuentas" de la actuación municipal. En este sentido, Rafael Rubio estimó una "cuestión fundamental" instaurar en el gobierno municipal "el concepto de responsabilidad social corporativa" y la "evaluación de la gestión a través de diversos indicadores".
Dentro del objetivo de impulsar la "participación y la proximidad", Alborch defendió la posibilidad de que "todas las políticas se evalúen y coordinen". Indicó que el Ayuntamiento ha de ser "la mejor empresa de la ciudad" e invitó a instaurar la "colaboración entre las distintas administraciones" en favor del "interés general", de la "eficacia y la eficiencia".
Señaló la posibilidad de lograr acuerdos con otras administraciones para construir centros escolares o viviendas, o coordinar la programación cultural. Respecto a esta última cuestión resaltó su voluntad de crear el Consejo de las Artes, en el que estarían integrados la administración y las empresas. En materia cultural apuntó la intención de recuperar el Teatro Princesa, impulsar los museos de la ciudad y las bandas de música.
Comentó que el consistorio "ha de ser el primer interlocutor, también a la hora de exigir a otras administraciones que cumplan con sus obligaciones para ofrecer servicios de calidad". Como ejemplo citó, las inversiones en materia de transporte público que se pueden demandar a la Generalitat o el Estado.
