Acaip denuncia que un fallo ténico hizo saltar la alarma media hora después de que el preso se deshiciese de la pulsera

Actualizado: miércoles, 3 diciembre 2008 18:38

El funcionario debía supervisar en el monitor a 60 internos, compaginarlo con otras tareas y no había recibido formación

MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

El sindicato de prisiones Acaip corrigió hoy al Gobierno y defendió que el funcionario del Centro de Vigilancia Electrónica recibió el salto de alarma casi media hora después de que Maximino Couto, el agresor que el sábado pasado mató a su novia en Galicia, se desprendiese de la pulsera. En ese momento, el funcionario trató de acceder al sistema para comprobar la incidencia, pero hasta el tercer intento no lo consiguió debido a fallos informáticos del mismo.

En un comunicado, Acaip expone que los funcionarios han venido denunciando en múltiples escritos que los "equipos informáticos no han funcionado bien en ningún momento" y que a día de hoy el personal sigue sufriendo sus incidencias. Entre los fallos continuados, el sindicato cita que "la comunicación se corta continuamente y los ordenadores se quedan colgados" impidiendo así la adecuada labor de los trabajadores.

Además, precisa que "no existe ningún tipo de alarma sonora ni luminosa" que indique la notificación de incidencias en los sistemas de vigilancia, sino que éstas se avisan por escrito en la pantalla del ordenador. De esta forma, el funcionario que atendía las pantallas de control de maltratadores recibió sobre las 17.00 horas del sábado un mensaje sobre Couto indicando "tx desaparecido".

Tras sucesivos intentos, comprobó que el interno se encontraba en el domicilio de su novia, por lo que "al no acceder a las zonas de exclusión" no avisó a las Fuerzas de Seguridad y se limitó a anotarlo en la ficha del preso.

El funcionario abandonó definitivamente el seguimiento de Couto a las 18.00 horas al finalizar el permiso del interno y sobreentender que había regresado a la prisión de A Lama. Sin embargo, la cárcel de Pontevedra no confirmó que Couto seguía en libertad hasta las 18.45 horas.

Según informaron a Europa Press fuentes penitenciarias, Couto no tenía una sóla zona vedada sino tres, la correspondiente al domicilio de su mujer y de dos hijos. En marzo pasado se adentró en una de ellas y fue detenido por la Guardia Civil y puesto a disposición judicial. Tras estos hechos en los informes de salida remitidos desde la prisión de A Lama se especificaba la peligrosidad del interno.

Según el relato de Acaip, fue a las 16.36 cuando la Unidad Central --situada en la madrileña calle Alcalá-- constató que Couto se había desprendido del dispositivo de seguimiento. Sin embargo, debido a "fallos técnicos en la banda ancha" el saltó de alarma llegó 24 minutos más tarde al funcionario del Centro de Vigilancia Electrónica, cuya sede se encuentra en el CIS Victoria Kent, en la calle Juan de Vera, de Madrid.

ESCASO PERSONAL CON SOBRECARGA DE TAREAS

A estas condiciones, se suma "la carencia de personal evidente" en la gestión de este servicio, lo que, en opinión del sindicato, revela "la absoluta dejadez en la gestión por parte de sus responsables". En este contexto, responsabiliza al anterior Subdirector General de Medio Abierto y Medidas Alternativas y actual Director del Centro Penitenciario de Topas, que "no dejó el servicio organizado, ni ninguna normativa de actuación" para los diferentes supuestos que puedan producirse.

Este hecho choca con el incremento de internos sometidos a seguimiento telemático, que han aumentado desde 417 presos en 2004 a 1.834 en noviembre de 2008 y da muestra de la "irresponsabilidad y pésima gestión" sobre el servicio. Además, critica que "no existe ningún protocolo de actuación para cada una de las modalidades de seguimiento telemático". "Es una irresponsabilidad que no existan normas claras de actuación ante las múltiples posibilidades que pueden producirse", remacha.

Por otra parte, denuncia que el funcionario de la Unidad de Vigilancia no sólo debe estar pendiente "de forma continuada" de los monitores de este sistema de supervisión, sino también cumplir otras muchas funciones. Entre ellas, enumera el seguimiento de los internos con localización permanente, la elaboración de las fichas de los convictos o la contestación de las llamadas telefónicas. "En ese día existían seguimientos de 60 internos entre GPS y localización permanente", indica.

EL FUNCIONARIO NO HABÍA RECIBIDO FORMACIÓN.

Además, sólo a tres de los siete funcionarios que trabajan en la unidad en turnos de mañana, tarde y noche se les ha facilitado formación específica sobre el uso de este sistema. El funcionario que trabajaba el pasado sábado no disponía de esta formación.

En este contexto, Acaip acusa a la Administración Penitenciaria de "incumplir de forma sistemática" la normativa sobre salud laboral, al permitir que "un sólo" trabajador atienda los monitores "sin poder dejar de mirarlos al no existir alarmas sonoras". Frente a ello, la organización recuerda la normativa sobre pantallas de visualización que recomienda "turnos de menor duración en dónde se puedan realizar otras funciones".