El acusado de intentar matar a su padre en La Coruña reconoce los hechos y acepta cumplir cinco años y medio de cárcel

El joven no podrá acercarse a su padre en 10 años y se declara insolvente para hacer frente a la indemnización económica

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 5 diciembre 2007 14:40

A CORUÑA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

El joven de 31 años Javier Lamas Cancela que fue juzgado hoy en la Audiencia Provincial de La Coruña por intentar asesinar por segunda vez a su padre mientras ambos se encontraban en el interior del vehículo de la víctima, reconoció los hechos por lo que se alcanzó una conformidad entre las partes que evita los cinco años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario, a cambio de ingresar cinco años y medio en prisión.

La Fiscalía pedía para Lamas cinco años de prisión y otros cinco de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario. El abogado del acusado, Christian Díaz, explicó que el joven "prefirió internar en prisión" porque, por el primer intento de asesinato ya estuvo cinco años en un centro psiquiátrico en Alicante y pasó "por una experiencia que no le satisfizo".

"Los centros psiquiátricos penitenciarios en esta país no son nada recomendables y, como él ya ha estado en uno, la estancia no fue de su gusto y ha preferido convertirse en un preso común", señaló.

Así, Díaz aclaró que al acusado le quedan por cumplir cuatro años de cárcel y que se mantiene, además, la prohibición de residir o acudir a A Coruña, así como acercarse a 500 metros de su padre y comunicarse con él en un plazo de 10 años.

En lo referente a la indemnización económica, la Fiscalía solicitaba que indemnizara a la víctima con 20.000 euros por los daños físicos y morales, y con otros 200 por los desperfectos de su vehículo, así como el pago de otros 700 al Ayuntamiento de La Coruña por provocar desperfectos en una farola. Una cantidad a la que el acusado finalmente no tendrá que hacer frente por declararse insolvente.

HECHOS.

Según señaló la Fiscalía, la víctima conducía un vehículo de su propiedad el pasado 10 de agosto sobre las 10.00 horas, por la Avenida de Salgado Torres de la ciudad herculina, llevando como pasajero en el asiento delantero derecho a su hijo.

Cuando se aproximaban a la confluencia de dicha vía con la Avenida de San Cristóbal "sin que mediase discusión alguna y con clara intención de causarle muerte a su progenitor", el joven extrajo de entre sus ropas un cuchillo de cocina con siete centímetros de hoja "y comenzó a agredirlo clavándoselo reiteradamente en diversas partes del cuerpo".

La agresión provocó que el conductor perdiera el control del coche y colisionara con una farola municipal. Pese al impacto, el fiscal afirmó que el acusado "continuó asestándole cuchilladas hasta que otro conductor le arrebató el arma al acudir en el auxilio de la víctima".

La agresión provocó a la víctima múltiples heridas en el esternón a la derecha y a la izquierda, en el cuello, en ambos hombros y en el hipocondrio derecho. Tales lesiones conllevaron "la evisceración del intestino delgado, hemotórax izquierdo, sección de la arteria mamaria izquierda y de la vena yugular externa derecha, así como de la vesícula biliar".

Como consecuencia de la agresión, el hombre tuvo que someterse a diversas operaciones, además de a un tratamiento psiquiátrico para disminuir su estrés postraumático, que curó en 90 días, 47 de los cuales estuvo "totalmente incapacitado", según precisó la Fiscalía, y le quedaron secuelas como un trastorno ansioso-depresivo leve y 14 cicatrices, entre otras.

SEGUNDO INTENTO.

Javier Lamas Cancela padece una esquizofrenia paranoide sobre un trastorno de personalidad con rasgos disociales y paranoicos, lo que, según reconoció la Fiscalía, "le produce una grave limitación de las funciones psíquicas superiores". Además, señaló que, en el momento de los hechos, el acusado contaba con una situación clínica "marcada por ideas autorreferenciales sobrevaloradas y perjuicio respecto a la referencia paterna".

El procesado había sido absuelto por una sentencia del 27 de junio de 2002 por hechos de idéntica naturaleza a los que mañana se juzgan y con la misma víctima, pero le fue impuesta como medida de seguridad el internamiento durante 5 años en un centro psiquiátrico penitenciario en Alicante.

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